Las autoridades de Georgia presentaron este miércoles cargos de homicidio contra el oficial de la Policía que mató al joven afroamericano Rayshard Brooks en el estacionamiento de un restaurante de la ciudad de Atlanta el pasado fin de semana, en un caso que ha intensificado la ola de indignación por la brutalidad policial en Estados Unidos.
Garrett Rolfe, un agente blanco de 27 años, fue acusado de 11 cargos en total y de ser hallado culpable podría enfrentar cadena perpetua o la pena de muerte, anunció el fiscal del condado de Fulton, Paul Howard, en una rueda de prensa.
“Brooks estaba corriendo al momento en que recibió los disparos en la espalda”, manifestó Howard, quien sostuvo que el joven afroamericano nunca representó una amenaza para los dos oficiales de Policía que intentaban detenerlo en las afueras del restaurante Wendy’s el pasado viernes.
Tras dispararle dos veces por la espalda, el oficial Rolfe pateó a Brooks una vez que estaba en el suelo y no solicitó atención médica como lo establecen los reglamentos policiales, dijo el fiscal, que también lo acusó de no informarle la razón por cual estaba siendo arrestado.
Devin Brosnan, el otro agente que estaba con Rolfe, fue acusado de asalto agravado al presuntamente pararse sobre el hombro del joven de 27 años, pero accedió a testificar contra su compañero, anunció Howard.
El fiscal dijo que había tomado la decisión de presentar cargos contra Rolfe, quien ha sido despedido del Departamento de Policía de Atlanta, luego de analizar varios videos de cámaras de seguridad y la que portaba el mismo el agente, y los testimonios de numerosos testigos, así como las pruebas balísticas y los resultados de la autopsia.
“El señor Brooks nunca fue una amenaza. Desde el comienzo él estaba pacíficamente dormido y tras ser despertado por los oficiales, estaba cooperando; por 41 minutos y 17 segundo así lo hizo”, dijo.
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Los hechos se produjeron la noche del viernes 12 de junio luego de que la Policía fuera alertada de que un auto estaba obstruyendo el tráfico en el carril del servicio de comida para llevar del local de Wendy's y que el conductor estaba dormido adentro.
Tras sostener una extensa conversación con los oficiales, Brooks supuestamente trató de evadir el arresto por manejar en estado de ebriedad y tomó la pistola eléctrica del oficial antes de recibir los disparos en la espalda.
El caso ha avivado las tensiones las tensiones en el país por brutalidad policial y desatado una ola de protestas que se saldaron con la dimisión de la jefa de Policía de Atlanta, Erika Shields.