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Manifestante del 15N es repatriado por EEUU

Yuri García se manifestó de forma pacífica el 15 de noviembre de 2021 (15N) frente a la sede del Partido Comunista de Cuba en el municipio de Batabanó

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Yuri García, manifestante en Cuba, será de portado
Fotomontaje de ADN Cuba | Yuri García, manifestante en Cuba, será de portado

Actualizado: October 21, 2022 9:01am

Yuri García, un joven que se manifestó de forma pacífica el 15 de noviembre de 2021 (15N) frente a la sede del Partido Comunista de Cuba en el municipio de Batabanó, fue repatriado el 2 de septiembre a la isla luego de pasar casi dos semanas pidiendo asilo en buques de la Guardia Costera estadounidense, de acuerdo con un reportaje del medio YucaByte publicado este jueves.

A finales de agosto de 2022 García, de 30 años de edad, se fue de la isla junto a varias personas. Al joven cristiano, según alega, le hicieron imposible vivir y trabajar en Cuba tras sacar un cartel con la frase “Martí Sí, Marx No” frente al edificio del Partido en Mayabeque, en respuesta a la convocatoria de una Marcha Cívica por el Cambio del 15N.

Primero fue arrestado por cuatro días y lo despidieron de la base estatal de camiones de carga donde laboraba. Luego, en enero del presente año, fue readmitido en su trabajo “gracias al apoyo de sus compañeros y a la presión mediática”, relata YucaByte, pero “asegura que la vigilancia, el hostigamiento psicológico y las citaciones a interrogatorios no se detuvieron desde entonces”.

Los pensamientos en torno a la idea de emigrar “tomaron más fuerza que nunca luego de que empezaran los ataques hacia mi persona por parte de los órganos represores de la Seguridad del Estado”, dijo al medio citado.

Finalmente, García decidió escapar por mar a los Estados Unidos. Pero en el buque de la USCG, el oficial norteamericano de asilo que entrevistó al joven no encontró en su testimonio evidencia suficiente de “miedo creíble” y decidió regresarlo a Cuba.

La entrevista de “miedo creíble” se hace cuando un migrante sujeto a deportación quiere solicitar asilo por miedo a ser torturado o perseguido en su país por cuestiones de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a grupos sociales particulares.

“Pensé que por lo menos iban a indagar, pero ahora creo que solo hicieron un paripé. Siento que no me dieron la oportunidad de mostrar las pruebas de que soy un perseguido político, que no tomaron mi caso en serio. (…) Lo que me dieron a entender es que en realidad no les importa lo que pasa con los disidentes en Cuba”.

Wilfredo Allen, abogado de inmigración, explicó que casi todos los cubanos que llegan por tierra a EE. UU. superan la entrevista de miedo creíble. En cambio, los “balseros” interceptados en alta mar viven una realidad distinta: “Casi el 100% es regresado a Cuba”, dijo Allen en declaraciones a YucaByte.

“No quieren que las personas sigan entrando por mar, y como es por un tema supuestamente de seguridad, eso va a ser algo muy difícil de cambiar”, agregó el abogado. Allen advierte sobre los peligros de emigrar por mar: las altas probabilidades de ser repatriado o, en el peor de los casos, el perder la vida.

De regreso a la isla en septiembre, García afirma que la Seguridad del Estado maniobró para que el director de su empresa le quitara el empleo.

“Él se agarró de la orden anterior de expulsión y del intento de salida, para expulsarme definitivamente, alegando que no soy confiable, que soy un contrarrevolucionario. Se olvidaron de los casi doce años que llevo trabajando ahí”, dijo García, a quien se le ha cerrado el círculo en Cuba cada vez más y, de momento, también las puertas para volver a los EE. UU.


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