Quejas sobre los ruidos y olores de la granja de marihuana Curaleaf

Los residentes cercanos a la granja Curaleaf esperan que "alguien haga algo", ya que la finca se ha convertido en un problema para la zona
Granja de marihuana Curaleaf
 

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Yvette E. Blackwell-Gomez, una abogada que vive cerca de la granja Curaleaf en el condado no incorporado de Miami-Dade, denunció que la finca de marihuana está afectando la vida de los residentes.

Curaleaf tiene más de 30 invernaderos al oeste de Krome Avenue; y los vecinos de la zona se han estado quejando de que los extractores de aire de los invernaderos están expulsando olor a marihuana.

Varias personas que viven en el área agrícola, al noroeste de Homestead dijeron que antes disfrutaban de la paz y tranquilidad; sin embargo, por el constante “ruido del generador”, se ha vuelto una tortura.

“Si estás oliendo esto todos los días, todo el día, está en tu garaje, está en tu casa, está en tu auto cuando pasas. ¿Cómo te sentirías? Se sentiría ofendido”, afirmó la abogada residente.

Stephanie Cunha, portavoz de la granja Curaleaf, emitió un comunicado este miércoles, en donde dice que el sitio de cultivo superó una inspección del condado esta semana y que cumplen con todas las regulaciones estatales.

La portavoz asegura que el ruido no es permanente.

“Los generadores que se han instalado son temporales mientras esperamos que los equipos de servicios públicos del estado actualicen nuestra fuente de energía en la instalación”, escribió Cunha.

Julia Bolufe, una residente que creció en el barrio afirmó que al principio no le importó la granja, pero que esta se ha expandido.

“No es tanto que estén cultivando marihuana”, dijo Bolufe. “Es que el olor es tan fuerte. Es autoritario”.

Camila Espinosa, otra residente que vive en el área cercana a la finca, dijo que estaba harta del olor y que sus hijos no podían jugar afuera.

“El olor es nauseabundo”, señaló Espinosa. “Nadie quiere no poder salir a jugar y estar con su familia y sus perros a causa de la marihuana. ¡Es ridículo!”.

Los residentes dijeron que la granja Curaleaf se ha convertido en un gran problema y que son un vecino desconsiderado, por lo que colocaron un gran cartel: “Curaleaf NO se preocupa por nosotros. No podemos vivir con este HORRIBLE OLOR Y RUIDO”.

 

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