La Conferencia de Obispos Católicos de Florida ha pedido al gobernador Ron DeSantis que detenga la ejecución de Gary Ray Bowles, quien confesó haber asesinado a seis hombres en 1994, informó The Catholic World Report.
La ejecución está programada para las 6 de la tarde del jueves el 22 de agosto. El método será inyección letal.
Michael B. Sheedy, director ejecutivo de esa organización religiosa, escribió en una carta que “A medida que nos acercamos a la fecha de ejecución programada (…) le instamos a que otorgue una suspensión”, refiere la publicación refiere que
Bowles fue sentenciado a muerte en mayo de 1996, luego de declararse culpable del asesinato de Walter Hinton, y luego fue nuevamente sentenciado a muerte en 1999, luego de que se le revocara la sentencia inicial.
Mientras estaba en prisión por el asesinato de Hinton, fue declarado culpable de otros tres asesinatos y sentenciado a dos cadenas perpetuas.
Bowles admitió que había matado a un total de seis personas.
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Sus crímenes se extendieron desde Jacksonville, Florida hasta el condado de Montgomery, en Maryland, y fue llamado el Asesino de la I-95.
Según la publicación católica, Bowles, que mató a los hombres en tres estados, conoció a la mayoría de sus víctimas en bares gay. Les ofrecía tener sexo con ellos por dinero y luego los golpeaba y estrangulaba hasta matarlos.
La carta de los católicos pide clemencia para Bowles porque “cada uno de nosotros es más que lo peor que hemos hecho”.
“Es un ser humano que sobrevivió a muchos años de abuso infantil y, después de escapar de la violencia de su padrastro cuando era un joven adolescente, soportó años de indigencia y prostitución infantil”, añade el mensaje, y advierte que “Matarlo solo erosionará aún más el sentido de lo sagrado de la vida humana y nos implicará a todos, los ciudadanos del Estado de Florida, en su muerte”.
La ejecución de Bowles sería la segunda bajo la administración de Ron DeSantis, un católico practicante, indica el reporte