El informe Ferrer, julio 11 de 2020
Esta semana hemos podido hacer directas para informar a nuestros compatriotas de varios temas de interés. Lo hemos hecho con mucho trabajo y sacrificio, castigados por un apagón que me obligó a trepar al techo de mi casa buscando que la imagen pudiera salir más clara.
Días antes comuniqué a nuestro pueblo el lamentable asesinato de otro joven cubano, Yamisel Díaz Hernández, de Artemisa, a manos de la Policía Nacional Revolucionaria, el segundo que se comete con pocos días de diferencia. No olvidar que el pasado 25 de junio también murió por un disparo de un agente policial el joven de 27 años, Hansel Ernesto Hernández Galiano, en Guanabacoa, La Habana
Para esa transmisión tuvimos dos invitadas de lujo: Liu Santiesteban y Ana Olema, comprometidas con la causa y a quienes admiro y aprecio mucho. Hablamos del primer aniversario de la marcha o manifestación de los girasoles, ocurridas en Cuba y en el exterior en septiembre. Cientos de cubanos participamos en estas manifestaciones a favor de la libertad y en contra de la tiranía. Agradecemos siempre a Ernesto Oliva Torres, radicado en Miami, sin él no fueran posible nuestras transmisiones.
A él le mostré imágenes de Santiago de Cuba, por barrios. Él pudo ver unas pocas partes iluminadas, como el puerto, donde hay algunos barcos chinos, algunos capitalistas chinos, aunque toda Cuba es capitalista, pero con un capitalismo de estado. Aunque pensándolo mejor, no es capitalista. No hemos llegado. Con el régimen Castro comunista retrocedimos, y nos fuimos a la fase del feudalismo. Y mostré también otras luces detrás de mí, que pertenecen a la Escuela del MININT, antigua Escuela Formadora de Maestros Frank País, a la que tampoco le falta nunca el fluido eléctrico, porque lo necesitan para seguir reprimiendo a nuestro pueblo.
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Siguen tumbando la corriente en la ciudad, en medio del hambre, en medio de la miseria creciente, de la miseria generalizada, que se agrava de día en día y en medio de cada vez mayor represión. En la medida en que aumentan las temperaturas, en la medida en que aumenta el calor. La primera información que ofrecimos fue sobre un nuevo brote de coronavirus en la barriada capitalina de El Cerro, cuando ya el régimen había dado por terminada y controlada la pandemia.
También intentamos actualizar sobre el estado de Keilylli De La Mora, ingresada en una sala de siquiatría, quien ha declarado que no regresará viva a la prisión, a sufrir malos tratos, y que, si eso sucede, ella intentaría suicidarse nuevamente. Este 13 de julio convocamos al twitazo #FreeKeily a las 7 p.m. dirigido a @DiazCanelB exigiendo su libertad inmediata.
Y, por supuesto, hablamos de los prisioneros políticos Eider Frómeta Allen, que lleva días en huelga de hambre, y de Edilberto Arzuaga Alcalá, de Santa Cruz del Sur, en Camagüey, del que tampoco hemos podido tener información. Ambos están en cárceles de la carretera a Nuevitas, Kilo 8 y Kilo 9, a poca distancia entre sí, sobreviviendo en condiciones infrahumanas.
También alertamos a nuestros compatriotas sobre la baja moral combativa que tienen ahora mismo los miembros del ejército, más preocupados en “resolver” sus problemas personales y familiares, ver qué pueden robar o desviar, al punto que ya venden hasta la pólvora de los cartuchos a los cazadores, que salen a cazar ya no solamente por deporte, sino para sobrevivir.
En la animada conversación con Liu Santiesteban y Ana Olema se tocaron muchos temas, pero quizás el más animado fue el de los dineros de ayuda a nuestra causa, que la Seguridad del Estado siempre utiliza para calificarnos de mercenarios, cuando ha sido la dictadura la que maneja grandes sumas, a escondidas del pueblo, y manda maletas repletas de dinero para la subversión en Chile y en Argentina, para actividades ilegales y violentas en otros países, sin contar el dinero que gastan en la represión.
Esa directa terminó con la presencia de la activista y diseñadora Annelys PM Casanova, que cerró con una frase de Despierta Cuba, en el 2014, que aún da muchas fuerzas y esperanzas: “Somos poderosos y estamos listos”.
A Ernesto Oliva Torres, y Carlos Amel Oliva, gracias infinitas por sus intervenciones y aclaraciones, y a todos los cubanos honrados, dentro y fuera de la isla, decirles que nuestro único compromiso es con la libertad y con la verdad, cuesten lo que cuesten.
Seguimos luchando por una Cuba libre, democrática, justa y próspera.