Esteban y el sufrimiento humano

Esteban Rodríguez, detenido desde el 30 de abril, son todos los jóvenes que saben que no hay futuro en una Cuba arrasada por una ideología inhumana que hace lo contrario de lo que promete. Puedes ser tú, tu padre o tu hermano, defiende Fernández Larrea en su columna
Esteban y el sufrimiento humano
 

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La dictadura cubana se esfuerza cada día en ser más indigna en este mundo. Es como el grandote abusador, que pega a los demás sonriendo satisfecho y soberbio, como si hubiera ganado otra victoria, cuando realmente pierde otra derrota.

¿Por qué la cúpula del desgobierno cubano le teme a Esteban Rodríguez, a Maykel Osorbo o a Luis Manuel Otero Alcántara, jóvenes negros, gente nacida cuando ya se habían instalado en el país todas las desgracias y no existía un solo atisbo de felicidad?

¿La policía política ha decidido implantar el terror con ciudadanos inocentes que no comulgan con la ideología dominante? ¿Han acordado que el cubano que piensa por sí mismo no es cubano o es un mal cubano? 

¿No estarán mostrando los órganos represivos, con este alarde de fuerza, una inmensa debilidad al atemorizarse ente un joven humilde como Esteban Lázaro Rodríguez López?

Lo cierto, lo lamentable, lo condenable es que “el activista cubano y reportero ciudadano Esteban Lázaro Rodríguez López, colaborador del medio independiente ADN Cuba, continúa detenido injustificadamente y este miércoles 16 de junio se ha confirmado como caso de COVID-19”.

La dictadura cubana, esa que en sus inicios agresivos culpó a José Martí de ser el “autor intelectual” del asalto a un cuartel donde cobraron vidas de ambos bandos, ha asesinado al apóstol y ahora persigue a quienes intentan vivir de acuerdo con sus ideas de honradez y honestidad. La policía hace el trabajo sucio, y recorre la capital y los pueblos del país amedrentando a la gente que no se explica por qué tiene que seguir sufriendo, o qué infierno les han programado, o con qué objetivo.

Esteban fue detenido junto con una decena de personas, en una manifestación pacífica, en un pequeño parque de las calles Obispo y Aguacate, en la Habana Vieja, cuando los represores les impidieron que accedieran a la vivienda de Otero Alcántara. Luego de su detención, la bajeza de la cúpula gobernante desató una campaña de desprestigio contra él, acusándolo de ser el instigador de la protesta del 30 de abril.

La tenebrosa policía política cubana ya no se esconde ni disimula sus malas mañas y, tras su detención arbitraria, Esteban fue encerrado más de 20 días en los calabozos de Villa Marista. Ahora la dictadura ha iniciado un proceso penal acusándolo de los supuestos delitos de “desorden público” y “resistencia”.

¿Habrá hoy día alguien honesto que, en su sano juicio, defienda la política de persecución y violencia que ejerce la dictadura contra los opositores? ¿Qué militares de la mafia gobernante están cerrando más y más el nudo de la soga para provocar un estallido social? Son preguntas que ha comenzado a hacerse el pueblo hambreado, esa masa que va de un lado a otro buscando comida, con la esperanza de sobrevivir un día más, mientras cae la noche sobre sus ya mínimas esperanzas.¿Ha sido elegido Esteban Lázaro Rodríguez López, al igual que el rapero contestatario y miembro del Movimiento San Isidro Maykel “Osorbo” Castillo para dar un castigo ejemplarizante que asuste a quienes pretendan seguir buscando un país diferente?

Tal parece que el régimen, en sus rabiosos estertores, coletea y muerde a quienes, de manera pacífica, muestran su desacuerdo: detenciones arbitrarias, amenazas, citaciones, vigilancia descarada, prisión domiciliaria, seguimientos, cortes de internet y telefonía. Todas las ilegalidades con las que puedan molestar y humillar a quienes consideran sus enemigos. Todo para ahogar al ciudadano honesto. Toda la fuerza para acallar las voces de quienes han decidido que ese no es el país que quieren para que vivan sus hijos.

Martí muere con cada acción vergonzante de quienes proclaman defenderlo. Las máscaras han caído y hoy el pueblo ve qué caterva de mafiosos desalmados pretenden seguir engordando a costas del sufrimiento general.

El caso de Esteban Lázaro Rodríguez López no es un caso aislado. Ya ha habido muertos, ya la dictadura no puede ocultar que mantiene tras las rejas a más de 150 ciudadanos despojados de todos sus derechos

Esteban puedes ser tú, tu padre o tu hermano. Esteban son todos los jóvenes que saben que no hay futuro en ese país arrasado por una ideología inhumana que hace lo contrario de lo que promete.

Esteban debe vivir y salir libre. Y que el mundo lo proteja y lo cuide, y que los verdugos sientan un día vergüenza de su bajeza, y que entre todos busquemos, con verdadera dignidad, la libertad y la decencia, y que el hombre piense por sí mismo y no se doblegue ante la fuerza bruta.

Libertad para los activistas Thais Mailén Franco Benítez, en la cárcel de mujeres El Guatao; Inti Soto Romero, en la prisión de Guanajay; Luis Ángel Cusa, en la prisión Combinado del Sur, en Matanzas; y Yuisán Cancio Vera, trasladado desde la prisión “Kilómetro 5 y Medio”, en Pinar del Río, al Combinado de la Construcción Augusto César Sandino.

Es hora ya de que José Martí renazca. Es hora de que los que han hundido a Cuba en la pobreza y la humillación dejen paso a la honradez de todos los hombres pobres, negros y honestos como Esteban Rodríguez.

Escrito por Ramón Fernández Larrea

Ramón Fernández-Larrea (Bayamo, Cuba,1958) es guionista de radio y televisión. Ha publicado, entre otros, los poemarios: El pasado del cielo, Poemas para ponerse en la cabeza, Manual de pasión, El libro de las instrucciones, El libro de los salmos feroces, Terneros que nunca mueran de rodillas, Cantar del tigre ciego, Yo no bailo con Juana y Todos los cielos del cielo, con el que obtuvo en 2014 el premio internacional Gastón Baquero. Ha sido guionista de los programas de televisión Seguro Que Yes y Esta Noche Tu Night, conducidos por Alexis Valdés en la televisión hispana de Miami.

 

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