El 95% de los cubanos que respondieron a una encuesta de ADN Cuba este martes dijeron desear un cambio de régimen en la isla, mientras que un 5% expresó que no.
La encuesta se realizó durante una transmisión en vivo por las plataformas de Facebook y YouTube de ADN Cuba, en la cual fueron entrevistados el doctor en Filosofía Orlando Gutiérrez-Boronat y el ex prisionero político Luis Zúñiga, en referencia a las próximas conversaciones entre Washington y La Habana.
El 59% de los encuestados dijeron desaprobar la reunión entre ambos países para frenar la ola migratoria, mientras que un 29% indicó que sí estaba de acuerdo y un 12% se manifestó indeciso.
A los encuestados también se les preguntó si consideraban que los cubanos en la isla vivían bajo una forma moderna de esclavitud. Un 95% dijo que sí, mientras que un 5% dijo que no.
El científico Oscar Casanella dijo a ADN Cuba que “un 95% de cubanos encuestados respondiendo que quieren un cambio total de sistema en Cuba es un resultado esperado por la tendencia de encuestas anteriores”.
“Yo he diseñado y procesado encuestas de opinión política aplicadas en las calles de Cuba y en cada momento de aplicación, los resultados muestran porcentajes mayores siempre al 70% y crecientes en el tiempo”, agregó Casanella.
Durante la transmisión, el líder del exilio cubano en Florida Orlando Gutiérrez-Boronat leyó una declaración de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), que preside.
La coalición de organizaciones opositoras de Cuba y su exilio expresó en el comunicado su rechazo al anuncio del inicio de negociaciones migratorias entre el gobierno de los Estados Unidos “y la tiranía comunista de Cuba”.
“Estas negociaciones en este momento están erradas”, por varias razones, manifestó la ARC. Expone que el gobierno castrista “es un régimen violador de derechos humanos que ha cometido y comete crímenes de lesa humanidad”.
“El intercambio a nivel de negociaciones de este tipo a menos de un año de la rebelión popular del 11 de julio en Cuba con la consecuente serie de juicios y condenas masivas a los manifestantes constituye un verdadero regalo a una dictadura a la que se le debe castigar por su opresión al pueblo cubano”.
Además, sentarse a la mesa con representantes de La Habana envía, según la ARC, “un mensaje de debilidad y no de apoyo al pueblo cubano, en momentos en que la lucha por la libertad se incrementa progresivamente en el país”.
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Luis Zúñiga, expreso político y miembro de la ARC, dijo que “la posición de la Asamblea recoge el sentir mayoritario de nuestro exilio y muy posiblemente dentro del pueblo de Cuba. Expresa el disgusto, la frustración, con las continuas, repetitivas actitudes de los gobiernos de EE. UU., especialmente demócratas, que siempre claudican en contraste con los esfuerzos del pueblo de Cuba por buscar libertad”.
Los gobiernos de Washington y La Habana se reunirían el próximo jueves en la capital norteamericana para discutir temas migratorios, en medio de un extraordinario éxodo de cubanos que ha llevado a Estados Unidos a más de 73 000 migrantes irregulares provenientes de la isla, en los últimos 5 meses.
Este lunes, la agencia Reuters reveló un plan de lo que vendrían a ser las conversaciones formales de más alto nivel de Washington con La Habana desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo.
No sería la primera vez que el régimen cubano utiliza la emigración como una herramienta política. Así ocurrió durante la crisis de los balseros en 1994 para calmar las protestas conocidas como “El Maleconazo”, y durante la crisis del Mariel de 1980, cuando Fidel Castro llegó a abrir las cárceles de la isla y envió a criminales convictos a los Estados Unidos.