Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, afirmó este lunes en una reunión de alto nivel que el régimen comunista de La Habana busca “establecer la mayor cantidad de vínculos posibles” con el pueblo de los Estados Unidos.
“Nosotros tenemos entre nuestras estrategias establecer la mayor cantidad de vínculos posibles en la sociedad estadounidense en áreas como el arte, cultura, educación, deporte, ciencia y tecnología, y salud”, expresó Fernández de Cossío durante el balance anual de trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
Pero el diplomático declaró también que “Estados Unidos, además de proponerse atacar a Cuba y su Revolución, tiene como objetivo en su política actual impedir vínculos entre los dos países”.
En el encuentro estuvieron el presidente del país y primer secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel; el primer ministro Manuel Marrero; y el titular del Minrex, Bruno Rodríguez Parrilla, entre otros funcionarios, informó la emisora oficial Radio Rebelde.
El premier Marrero ordenó seguir fomentando los intercambios comerciales en el extranjero y, “sobre todo”, fortalecer “la imagen del país” que le interesa al oficialismo para contrarrestar la información difundida por los “enemigos de la Revolución”.
“Hace falta comunicar nuestra verdad (…), para lo que tendrán todo nuestro apoyo con el fin de lograr ese objetivo común en beneficio de nuestra Patria”, dijo Marrero, según Radio Rebelde.
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Ernesto Soberón, director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior, señaló que un asunto de “alta prioridad” para el gobierno es fomentar “vínculos de Cuba con su emigración”. A pesar del aumento en los últimos dos años de las manifestaciones de exiliados en varios países contra la “dictadura”, el funcionario dice tener la “certeza de que muchos cubanos residentes en el exterior han ratificado su voluntad de aportar y participar en los procesos económicos y sociales que impulsan el desarrollo” de Cuba.
Tras la intervención de los funcionarios, Miguel Díaz-Canel, presidente designado por Raúl Castro, culpó al gobierno de EE. UU. de “la complejidad del momento actual” en la isla. Según el gobernante, los principales problemas en el escenario nacional se deben al embargo norteamericano, “brutal y recrudecido”, así como a la “agresividad de la política imperial” de Washington y una supuesta “operación de inteligencia, montada para desacreditar a la Revolución”.
En segundo plano, Díaz-Canel menciona el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19 y “la dinámica demográfica del país, donde existe una tendencia al envejecimiento poblacional”.
El jefe del Estado comunista ordenó denunciar “al bloqueo norteamericano” de forma “permanente” y “enfática”. Dijo que “impulsar la labor” de los simpatizantes y agentes de influencia de su gobierno “en todo el mundo” debe ser un “asunto esencial” para los diplomáticos cubanos.