El cubano Abel Garlobo creó un ventilador que no necesita electricidad para funcionar, sino agua a presión, según explica en un video divulgado esta semana en redes sociales. De esta manera, afirma Garlobo, puede dormir a pesar de los prolongados apagones.
Desde hace meses el pueblo sufre cortes eléctricos de hasta más de 12 horas diarias en todas las provincias del país, lo que ha provocado varias protestas antigubernamentales. Las autoridades han dicho que no tienen capacidad para invertir en las centrales termoeléctricas y resolver de inmediato la crisis, a pesar de que entre 2006 y 2019 el gobierno de Rusia concedió créditos por 2 300 millones de dólares para “financiar importantes proyectos de energía” en la isla, según un reporte de Sputnik.
En medio de la crisis energética, varios cubanos se han visto obligados a idear maneras de sobrellevar el calor y los mosquitos en las noches, como es el caso de Abel Garlobo.
“Ya que nos están quitando la corriente a cada ratico, entonces ya cuando se va la corriente, pongo mi ventilador a presión de agua y así puedo dormir un ratico tranquilo”, dice Garlobo en un video compartido en Facebook por su hija que fue reproducido por muchos usuarios de redes sociales y varios medios independientes.
“Miren la velocidad que tiene mi ventilador. Ahí está, trabaja a presión de agua”, explicó el inventor vernáculo, orgulloso, mientras lo mostraba. El artefacto, empotrado en una pared, se conecta con un tanque de agua en el patio y el ingenioso mecanismo mueve las paletas sin necesidad de corriente eléctrica.
“Los cubanos no conquistamos el mundo porque no nos dejan”, comentó el licenciado en microbiología y activista Magdiel Jorge Castro, al publicar en Twitter el video de Abel Garlobo y su invención.
Un ensayo publicado en ADN Cuba por el artista y diseñador Ernesto Oroza explica cómo la enorme distancia del comercio mundial y la tecnología moderna a la que se encuentra Cuba ha posibilitado que se desarrolle una cultura de “ingenieros” de bricolaje que convierten viejos artículos para el hogar en inventos útiles.
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Según Oroza, “la desobediencia tecnológica, que nace como una alternativa que la revolución estimuló, devino el principal recurso de los individuos para sobrevivir la ineficiencia productiva de la misma. Así, el propio obrero que ha utilizado por años su imaginación para ayudar a que la revolución no se detenga, la ha usado también para resistir las duras condiciones de vida que el inoperante gobierno revolucionario le impone”.
El artista, que durante años ha fotografiado y coleccionado muchos de estos inventos “criollos”, explica que “no se atemoriza el cubano con la autoridad emanada de ciertas marcas como Sony, Swatch o la propia NASA. Si está roto, se arregla. Si le sirve para reparar otro objeto lo tomará, a pedazos o íntegramente”.
