Rogelio Carmenate es el desarrollador principal de una de las últimas aplicaciones creadas en Cuba: Cuba Tiene. Él es uno de los que confía en que dentro de muy poco en el país proliferará el comercio electrónico.
De acuerdo con fuentes del Banco Central de Cuba, en el país se toman acciones para el desarrollo del comercio electrónico. Esto incluye “fortalecer la pasarela de pagos (…), e incrementar los servicios de pago en los canales existentes, mediante la Banca Móvil”.
Paralelamente al “alboroto tecnológico” que en los últimos meses se vive en la Isla, nuevos proyectos ganan terreno, como la plataforma EnZona, que pretende convertirse en líder de las operaciones financieras online de los cubanos, a pesar de que en Cuba el acceso a Internet es extremadamente caro y malo, según criterios expresados a diario en redes sociales por los usuarios de ETECSA, el monopolio estatal de telecomunicaciones de la Isla.
La plataforma EnZona está a cargo de Xetid, una empresa militar cubana que desarrolla “tecnologías de la información para la defensa”.
“Existen varios factores que influyen para que el comercio electrónico no avance con la velocidad que se necesita, que quisiéramos— expresa Rogelio—Una de las limitantes es que Cuba no puede acceder a las pasarelas de pago internacionales, son muchas, sin embargo no podemos acceder a ninguna. Cuando decimos Cuba es tanto el gobierno como las personas naturales”.
Actualmente el gobierno cubano se involucra en lo que ha llamado un “proceso de informatización de la sociedad”, y que consiste, básicamente, en intentar reducir el atraso tecnológico que tiene el país con respecto al resto de los países de la región.
En tal sentido, el gobierno ha dejado claro que dicho proceso no aceptará iniciativas que queden fuera del control estatal, como demostró la reciente absorción de la red comunitaria SNet por parte de una entidad gubernamental supeditada al Ministerio de las Comunicaciones.
EnZona se encuentra ahora en una etapa piloto, donde ya se han probado la funcionalidad de las transacciones, el envío de pago de un usuario a otro. Ahora lo que están probando es cómo va a funcionar el tráfico del comercio electrónico a través de aplicaciones que ofrezcan ese servicio.
Entre las opciones para esa prueba piloto esta Cuba Tiene, el proyecto de Rogelio, al que solo le falta por implementar el pago desde Cuba, y eso aspiran a solucionarlo a través de EnZona.
Rogelio confía en que Cuba Tiene nació en el momento justo.
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“Las plataformas de pago nacionales aún se encuentran en desarrollo, una vez que estén listas, todo este proceso que se ha estado gestando con el proceso de informatización, todos los proyectos que aportan al comercio electrónico, van avanzar”, asegura Rogelio con optimismo.
“En un inicio pensamos en el ciudadano de a pie, pero es un proyecto ambicioso que puede incluir bienes y servicios ofertados incluso por empresas, es una opción donde pueden convivir personas naturales y empresarios”, dice Rogelio.
“Hasta el momento no hay ganancias, pero las tendremos en un futuro cercano”— considera, y advierte que “la plataforma es de uso gratuito, sus ganancias no se verán afectadas por el uso de nuestra aplicación, hasta el momento es gratis tanto para los vendedores como para los compradores”.
Hasta el cierre de mayo último el sistema bancario cubano emitió 478 mil tarjetas magnéticas más con respecto al año anterior. El número de cajeros automáticos en el país, sin embargo, está lejos de satisfacer la demanda popular que se va incrementando con cada tarjeta emitida. Por otra parte, los servicios de POS (Cobros en las tiendas a través de tarjetas magnéticas) no dejan de provocar quejas constantes entre los usuarios, por la ineficiencia general del sistema que lo soporta.
“La informatización no se puede ver solo desde arriba, sino hay que mirarla desde abajo: desde los que podemos aportar con productos y servicios”, considera Rogelio.
Los beneficios del comercio electrónico son innegables: van desde disminuir el uso de dinero en efectivo, y pasan por la transparencia en las operaciones, la agilización de los procesos de compra y de venta, y la trazabilidad de las operaciones financieras.
“Es algo paulatino que la gente tiene que conocer, tienen que generar confianza, probar el nuevo escenario. Cuando ya estén seguros, entonces van a voltear todas sus ofertas al comercio electrónico, porque así ha pasado en todo el mundo, y claro que Cuba no será la excepción”, piensa Rogelio.
“Para que muchas más personas se monten en el tren de la informatización el país debe actualizar sus políticas, sus leyes, sus regulaciones, porque hay que garantizar un estatus legal ante las nuevas actividades que se desarrollen”, reclama.