Marcos es un cristiano de Jaimanitas, ejemplo de un verdadero seguidor de Jesús y manifiesta que con la pandemia del nuevo coronavirus, el "evangelio de la prosperidad" se ha visto afectado y puesto en tela de juicio la fe de muchos.
"El diezmo y las ofrendas no se entregan desde que cerraron las iglesias y eso tiene a los vividores de la religión con las arcas vacías. Algunos se comunican por Messenger, o WhatsApp, para indicar lecturas bíblicas y recordar el pago del diezmo, pero no hay nada que diezmar y Dios lo sabe. Esta es la hora en que se demuestra quien está en Cristo por Fe o por vista".
Marcos dice estar feliz y en victoria. Se congrega en su casa, con su familia. Oran. Realizan estudios bíblicos. Ayunan. Adoran a Dios con música de Marcela Garanda, los niños rapean con Alex Zurdo y ellos se alaban a Jesús con los merengues cristianos de Juan Luis Guerra.
"Estos meses de pandemia no nos hizo falta la iglesia para crecer en la fe. En la iglesia muchas cosas nos contaminaban: la murmuración, la envidia. Los cristianos de la secreta. La beatificación del pastor al que se lo ponían todo en bandeja, sobre todo el diezmo, que desde que no lo pago me va bien".
Otro cristiano del pueblo, Plinio, líder de una iglesia metodista, menciona versículos de la Biblia que hablan del diezmo.
"Pero las sagradas escrituras varían según la naturaleza y la interpretación del pastor. Es cierto que existen los anticristo, que vestidos de ovejas esconden dentro un lobo feroz y desde su ministerio dirigen las finanzas a su antojo y que en ocasiones se endiosan al enriquecerse a la vista de la pobreza colectiva. Por suerte somos muchos los defensores del evangelio de la Fe sobre el evangelio de la prosperidad".
Marcel, albañil de Romerillo, dice que no tiene una buena opinión de los cristianos.
"Porque tiene una vecina de la Liga evangélica que mantiene todos los defectos de la gente del mundo. Primero se molestó cuando tiré la placa, por el polvo que dice que caía en su lado. ¿Yo no sé qué dirá ahora del polvo del Sahara? Después le molestaba el ruido de la lijadora de piso. Más tarde que si el tanque que puse salpicaba agua para su patio. Por último la cogió con mi mata de aguacate, me dijo que tenía que cortar las ramas que dieran para su lado porque soltaban hojas.
Ahora con la parición, está encantada con los aguacates que dan a su pasillo, que según ella le pertenecen porque están dentro de su propiedad. "Le pregunté esta mañana y me dijo que le molestaban las hojas y las ramas, pero los aguacates no".
La pandemia ha afectado el evangelio de la prosperidad no solo a las iglesias protestantes; los católicos también añoran el momento en que abran las puertas de las iglesias, para que mientras los fieles exaltados adoran a Dios pasan la cesta de las ofrendas entre los bancos.
También la religión yoruba sufre el confinamiento obligado de la COVID-19 y los bolsillos vacíos. Enrique Gris, de Romerillo, la practica y cuenta que cuando fue a la consulta, en el tablero de Orula su padrino le dijo que la letra le pedía hacerse un ebbo y un sarayeye.
"Para hacerme el ebbo mi padrino me pidió dos paquetes de pollo y maltas. Para el sarayeye dos bolsas de detergente y un jabón. Pasé mucho trabajo para conseguir lo que el santo me pedía, al final tuve que comprarlos por Internet".
"Me resultó extraño. Estaba acostumbrado a buscar para esos trabajos hierbas y jicoteas, pero creo que hay que ajustarse a los nuevos tiempos".
