La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba emitió un mensaje este jueves ante el “aumento de un clima de tensión” en el país, en días cercanos a la Marcha Cívica por el Cambio prevista para el 15 de noviembre.
“Toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes. En consecuencia, todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría”, refiere el comunicado.
Los pontífices advirtieron que “cualquier acto de violencia, ya sea física, verbal o sicológica, hiere gravemente el alma de la nación cubana y contribuye todavía más al pesar, al sufrimiento y a la tristeza de nuestras familias”. “Un alma herida no está en condiciones de construir un futuro de esperanza (…)”, subrayaron los religiosos en su pronunciamiento.
“Consideramos que urge, cada vez más, la implicación de los cubanos en un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones”, señalaron.
Los Obispos resaltaron la necesidad de “implementar mecanismos donde, sin temor a intimidación y represalias, toda persona pueda ser escuchada y se encaucen las insatisfacciones ante las duras realidades cotidianas que agobian a tantos, especialmente a los más empobrecidos y vulnerables”.
“Es imprescindible la implementación de los cambios necesarios, tan largamente deseados, que favorezcan una vida digna y feliz para todos los hijos, aquí, en esta tierra nuestra”, apuntaron.
Los católicos pidieron un “gesto de indulgencia” para los detenidos por las protestas del pasado 11 de julio, cuando miles de cubanos se lanzaron a las calles para exigir cambios al régimen y el respeto a los derechos humanos. El gobierno castrista de Miguel Díaz-Canel desató una represión policial contra los manifestantes y mantiene encarcelados –sin garantías legales– a cientos de personas.
“Una vez más exhortamos a todos a que no escatimemos esfuerzos para que se allanen los caminos del entendimiento, la reconciliación y la paz; de tal modo que las diversas propuestas sobre el destino presente y futuro de nuestro país, encuentren un ámbito de cordura, tolerancia y concordia, y se establezca un diálogo armónico y civilizado en el cual se puedan encontrar las mejores soluciones a los problemas que nos atañen”, expresaron los Obispos.
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Sacerdotes: “rechazamos la orden de combate”
Un grupo de sacerdotes católicos también emitió una carta pública este miércoles pronunciándose a favor de la “justicia, la libertad y la paz” en Cuba. La misiva está dirigida a las autoridades civiles y militares del régimen y a “todos aquellos que han sido convocados para reprimir la marcha ciudadana del 15 de noviembre”.
“Los que firmamos esta carta somos cubanos, sacerdotes católicos llamados a ser pastores de nuestro pueblo, que queremos solo el bien de nuestra patria (…)”, refiere el documento difundido en Facebook por el blog Areópago Cubano: Pensamiento Social de Inspiración Cristiana.
“El 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles con un clamor que durante muchos años fue un grito ahogado: ¡Libertad! Libertad para expresarnos sin ser reprimidos, para que exista una pluralidad política, para ser protagonistas de la marcha y el destino de nuestra tierra. Muchos de ellos fueron golpeados, detenidos, denigrados. Muchos están siendo juzgados y condenados duramente sin haber hecho el mal”, denunciaron los firmantes, entre los que se incluyen los sacerdotes Alberto Reyes, Fernando Gálvez y Castor José Álvarez.
Según advirtieron, “en estos momentos el gobierno está haciendo lo imposible para que la población desista de la manifestación pacífica programada para el 15 de noviembre. Hay un llamado masivo al enfrentamiento violento. Hay citaciones y advertencias a muchas personas que han expresado su adhesión a esta convocatoria. Y no estamos de acuerdo con eso, no queremos violencia, rechazamos la orden de combate, los palos entregados en los centros de trabajo, las convocatorias a 'ejercicios de defensa'.
“Si bien es cierto que ningún cubano debe alzar la mano contra su compatriota por el solo hecho de pensar distinto, mucho menos la policía que por vocación tiene el deber de dar ejemplo de civismo a toda la población, que existe para cuidar a los ciudadanos y proteger el orden público”, subrayaron.
La Marcha Cívica por el Cambio en Cuba, coordinada por la plataforma digital opositora, Archipiélago, está prevista para el 15 de noviembre en varias ciudades de la isla a pesar de la prohibición del régimen.