En el marco del 48º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la embajadora Nathalie Olijslager, representante de Países Bajos, habló de la preocupación de su país por la situación y el estado de los derechos humanos en algunos de los países más autoritarios del mundo y que violan sistemáticamente los derechos y las libertades de los ciudadanos. Olijslager hizo referencia expresa a China, Rusia, Eritrea y Cuba.
Respecto a Cuba, dijo, preocupa la situación de los derechos humanos. Con mayor razón, “luego de las protestas del 11 de julio” donde miles de ciudadanos cubanos, en todo el país, expresaron de manera legítima y pacífica su deseo de libertad y su lucha por los derechos fundamentales.
Sin embargo, “la represión por parte de las autoridades cubanas se intensificó, con aún decenas de activistas civiles, periodistas independientes, artistas y defensores de derechos humanos detenidos arbitrariamente”.
La diplomática hizo un llamado al gobierno cubano para que los libere, entable un diálogo inclusivo y respete los derechos humanos de los ciudadanos, en particular la libertad de reunión, la libertad de prensa y la libertad de expresión en todas sus manifestaciones, incluido el acceso a internet y a plataformas digitales.
“La membresía de este Consejo no es gratuita”, agregó la embajadora, quien insistió en recordar, junto a las ONG, el pedido formal de compromiso con los derechos humanos, por parte de los candidatos y de los futuros candidatos que aspiren a ser miembros del Consejo de Derechos Humanos.
Es de señalar que algunos de los mayores violadores de los derechos humanos en el mundo han sido y son parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, entre ellos, Rusia, Cuba, Venezuela, China, Arabia Saudí, Pakistán, Nigeria o Eritrea, por citar algunos.
