“Cuba es una dictadura brutal”: Pompeo pide no permitir que esté en Consejo de DDHH de la ONU

Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de los Estados Unidos, invitó este miércoles a los países de la ONU a no votar el ingreso de Cuba al Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional, considerando tal posibilidad “indignante”
 

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Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de los Estados Unidos, invitó este miércoles a los países de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a no votar el ingreso de Cuba al Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional, considerando tal posibilidad “indignante”.

“Es indignante que el Consejo de Derechos Humanos ofrezca una banca a Cuba, una dictadura brutal que trafica a sus propios médicos con el pretexto de misiones humanitarias”, explicó Pompeo a periodistas, según reporta Infobae.

Washington ha denunciado que la venta de servicios médicos cubanos, una de las principales fuentes de divisas del régimen de La Habana, es un “patrón gubernamental” de “trabajo forzado”.

“Ningún país debería votar a Cuba en el Consejo”, afirmó Mike Pompeo.

Estados Unidos y Cuba, enfrentados desde hace seis décadas luego de la llegada al poder de Fidel Castro, devenido dictador, vivieron un acercamiento diplomático promovido durante su último mandato por el presidente demócrata Barack Obama, pero que no propició un relajamiento del régimen.


Desde la llegada a la Casa Blanca, en el 2017, del actual presidente Donald Trump, Washington ha endurecido el embargo a la isla que rige desde 1962, buscando presionar al castrismo por sus violaciones de los derechos humanos en la isla y el apoyo al autócrata venezolano Nicolás Maduro.

Infobae recuerda que Cuba ya integró el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2014-2016 y en 2017-2019, y este año presentó su candidatura para ocupar una de las vacantes regionales en el período 2021-2023, según anunció en febrero el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.

El Consejo con sede en Ginebra, Suiza, fue creado en el 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos y está formado por 47 estados miembros, escogidos por mayoría absoluta en la Asamblea General de la ONU a través de votación directa y secreta.

El medio citado explica que los escaños se distribuyen de manera geográfica y se adjudican por un período de tres años. Los miembros no son elegibles para reelección inmediata después de servir dos mandatos consecutivos. Este año, tres de las bancas que corresponden a Latinoamérica deben renovarse: la de Chile, la de México y la de Perú.

Los estatutos del Consejo estipulan que la Asamblea General de la ONU debe tener en cuenta “la contribución de los Estados candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos”, una asignatura que la isla bajo el régimen castrista lleva suspensa por muchas razones.

Contradictoriamente, en dicho Consejo abundan los estados totalitarios. Venezuela obtuvo en 2019 una banca para el período 2020-2022 tras cosechar 105 votos de los 193 miembros de la ONU, una victoria controvertida dado que su propio historial en la materia había sido cuestionado desde la misma organización.

Estados Unidos se retiró en 2018 de la entidad por considerarla una “cloaca” de prejuicios políticos, y condenando la “hipocresía” de sus miembros y su “sesgo continuo” contra el estado de Israel. Luego calificó la elección de Venezuela como “una farsa que socava aún más la frágil credibilidad del Consejo”, al que pertenecen China y Corea del Norte, entre otras naciones de dudoso historial democrático y de derechos humanos.

 

 

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