Darien Durán Castellón vivirá en prisión por una buena temporada que, tal vez, debió ser más larga, pues amenazó a su exesposa y exsuegra en Cuba utilizando un testaferro, informaron medios locales de Nebraska.
De acuerdo a la nota, en la que citan declaraciones de un agente del FBI, Durán Castellón, cubano de 37 años residente en ese estado de la Unión, realizó estas acciones contra las dos mujeres en diciembre del año pasado.
Las investigaciones iniciaron en Tampa, Florida, cuando la exesposa de Durán Castellón denunció que este usó la red social Facebook para contactar con una amiga y pedirle que atacara a su madre en Cuba.
El informe del medio Kearny Hub señala que el acusado contactó también con un hombre en la isla para que golpeara a su exsuegra y la enviara al hospital.
El cubano quería además que su exesposa volviera a la Isla para que estando allá también recibiera una paliza, por lo que ofreció 2000 dólares al contacto en Cuba, y según el medio local ya envió parte de ese dinero.
Joe Kelly, el fiscal federal de Nebraska, dijo en un comunicado de prensa que Durán Castellón, quien se declaró culpable en el juicio presidido por el juez Joseph Bataillon, “quería que el asalto ocurriera en Cuba porque creía que la Policía no respondería ni le importaría si las víctimas fueran mujeres”.
Activistas y organizaciones contra la violencia de género en la Isla han denunciado en disímiles ocasiones situaciones semejantes a esta y la falta de una legislación que proteja a las mujeres.
El asesinato de dos jóvenes madres la pasada semana en Santiago de Cuba fue el último feminicidio del que se tiene noticias en Cuba, el cual se sumó a los más de veinte crímenes machistas que han tenido lugar en lo que va de año en la Isla.
El documento emitido por las autoridades de la isla revela que el ciudadano agresor guardaba familiaridad con las dos fallecidas, esposa e hija, y subraya que “un grupo ministerial multidisciplinario investiga los hechos”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una audiencia pública virtual en octubre donde pide que se tipifique como delito el feminicidio en el Código Penal de Cuba, que el gobierno recabe datos oficiales sobre casos de violencia de género para poder elaborar mejores políticas públicas y que impulse casas de acogida para las víctimas y sus familias, entre otras.
Luego de años de reclamos por parte de activistas feministas en Cuba, finalmente el régimen anunció el 21 de octubre la habilitación de una línea telefónica para reportar violencia de género, una de las pocas medidas adoptadas en este sentido por el gobierno cubano.
Un artículo publicado en el oficialista Cubadebate explica que la Línea 103, que pasó de ser la antidroga, a atender situaciones sobre la pandemia de COVID-19, ahora funcionará para "responder a denuncias de violencias de género y de otros maltratos que ocurren en el escenario familiar".