La que bien fue cuna de grandes artistas como Amelia Peláez, aquella ciudad cuyo esplendor hubiera inspirado hermosos versos a Eliseo Diego, ya no es más la misma ciudad de antes. Decadente por fuera y deprimida por dentro, la localidad de Jesús del Monte lucha por reinventarse del desastre provocado por el tornado en enero de 2019.
“La primera labor que hicimos no fue artística, fue humanitaria totalmente. Ese mismo día conocimos a un grupo de masones, de psicólogos, que vieron que estábamos repartiendo agua, caramelos, galleticas, cosas que estaban en la mano. Caminamos de la Iglesia de Jesús del Monte por la Calzada de 10 de octubre hasta Melones y Aguacate, casi al final del municipio, ahí llegamos a un albergue donde la situación era extrema. Eso fue terrible, fue el primer albergue que concentraron, nos recibieron con un short y descalzos, así fue como se quedaron sin más nada, solo con sus hijos”, explica a ADN Cuba, Javier Agudo Durán, líder de Arte 92.
Al equipo de este proyecto, que viene haciendo acciones artísticas desde mucho antes del tornado, sabía que los damnificados no solo necesitaban ropa, comida o zapatos, estaba consciente de que también necesitaban ayuda psicológica y así fueron ocho veces más, hicieron talleres de artes plásticas con los niños, charlas y todo cuanto ayudara a superar lo vivido.
“Creo que esa fue la inspiración para hacer todo lo que estamos haciendo, porque no es solamente tener un proyecto escrito sino tener también de qué alimentarte para poder traducírselo a la gente y más que somos un proyecto de artes visuales, en la contemporaneidad todo entra por la visualidad”.
"Este proyecto cuenta con el apoyo de la ONG Félix Varela: juntos dimos ayuda humanitaria y luego acordamos otro proyecto: hacer el primer Festival de Cultura comunitaria Jesús del Monte", comentó Javier. Él no se está quieto, está a punto de abrir un trillo en la casona de Párraga. Pasa por debajo del andamio, lo acomoda, pregunta a los muralistas si comieron, si necesitan algo.
Huele a pintura fresca, a arte joven, a grafitti, a buena vibra. La música alternativa resuena y le gana al reguetón que disfrutan los vecinos. Sigue proactivo, recibe a la gente, toma fotos, fotos y más fotos: su pasión.
Javier es instructor de Arte graduado de Artes plásticas y desde hace pocos años lidera uno de los proyectos más comunitarios que existen en La Habana. Su propósito es llevar las artes visuales, el performance y el arte callejero al barrio de Jesús del Monte y sobre todo, elevar la cultura de la localidad.
“Arte 92 surge en una muestra de artes visuales que hicimos en octubre del 2017 y surge por la necesidad de visualizar el arte joven que estábamos desarrollando en la comunidad de 10 de Octubre. Con este proyecto pretendemos realzar la cultura visual de los años 90 para acá sobre todo trabajando la cultura local. En la Casa de Cultura de la Víbora teníamos nuestro espacio que ahora vamos a retomar. No dependemos de los espacios físicos, trabajamos mucho los espacios públicos con los códigos del arte callejero por eso tengo muchos muralistas y graffiteros en el proyecto, mujeres y hombres”, explicó.
Pero lo curioso de este proyecto es que llegó para quedarse en la barriada de Jesús del Monte, una de las zonas más afectadas por el tornado que en enero de 2019 arrasó con La Habana.
“Creo que le hacemos la vida más fácil, hemos pintado las fachadas de sus casas, hicimos un festival, ya se cumplió un año del paso del tornado y seguimos haciendo murales con los niños, que dejaron de jugar fútbol y se pusieron a pintar con nosotros. Nosotros tenemos un público meta que son los niños, los adolescentes y los jóvenes”.
El Festival Jesús del Monte se hizo el 25 y el 26 de octubre del 2019, con la participación de alrededor de 100 personas. El primer festival de su tipo que se hace en el municipio logró fusionar la comparsa los Dandy de Belén, al rapero Sekou, al proyecto Rima, amor y poesía, al poeta Pablo Dussac, a diez artistas plásticos y a grupos de psicólogos que habían trabajado durante el tornado.
Arte 92 se propone un desarrollo local y a la vez la organización de un movimiento artístico diverso y multifuncional, que incluye al mismo tiempo otros microproyectos que complementan el alcance e impacto de este grupo de jóvenes.
“Estoy tratando de vincular a una serie de artistas visuales que están trabajando por separado, porque no tienen una guía para crear una vanguardia del muralismo, por ejemplo, que es el fuerte que estamos trabajando y que no existe en Cuba desde los años 70”, comentó Javier.
Temas como la afrodescendencia, la equidad de género, la no violencia y el empoderamiento de la mujer son pilares para Arte 92 y así lo deja claro su director: “El hecho de que haya tantas mujeres es intencional. Me interesa trabajar con mujeres no por polémica ni porque esté de moda, siempre me ha gustado, incluso cuando tenía el grupo de teatro, éramos dos hombres y ocho mujeres. Se trata de energía, es lo que fluye, son las personas que se preocupan y se interesan”.
Arte 92 tiene un mecanismo interesante, funciona bajo el lema de la colaboración y el voluntariado, una forma válida de emprender. “La esencia de Arte 92 es defender la cultura local, buscar colaboraciones y también colaborar”.
El grupo se mueve entre las colaboraciones independientes. Sin embargo no dejan de reconocer el papel de las instituciones en las acciones conunitarias que realizan: “Tener un vínculo institucional es necesario para el macroproyecto que tenemos que es desarrollar la localidad y para eso necesito permisos y autorizaciones”.
En este sentido, han contado con el apoyo de varias delegadas de la zona como Iris Díaz Aballí, de la circunscripción 21 del Consejo popular Jesús del Monte.
“Tengo pleno conocimiento de lo que es el proyecto Arte 92, espero que llegue para quedarse. Ellos incluyeron la presencia de los niños, se hicieron talleres donde los niños dibujaron. Fue muy bonito y tuvo muy buena aceptación por la comunidad porque nosotros nunca habíamos podido apreciar una obra de teatro y por primera vez se hizo una obra de teatro en el consejo nuestro”, dijo Iris.
“La población está muy contenta con las actividades culturales que está haciendo el proyecto, al punto de que casi todo el mundo quiere que le pinten la casa. Espero que se siga extendiendo y que al director del proyecto se le dé el espacio que él necesita para poder hacer los talleres de baile, de canto, para que la población pueda tener acceso al arte”, puntualizó la delegada.
Sobre la restauración constructiva de la localidad explicó que: “Estamos haciendo un levantamiento de todas las obras en las que trabajaron las brigadas para informarlo en el gobierno al vicepresidente de la construcción para que tome acciones porque hubo muchas viviendas que no quedaron con la calidad requerida”.
Hay que seguir apoyando proyectos verdaderamente comunitarios como este, que reactiven la creatividad y desalojen la decadencia que se ha apoderado de la localidad. Y sobre todo, dar luz verde al arte. Porque si Jesús del Monte no va al arte, Arte 92 va a Jesús del Monte y va para quedarse.