Ángela, la cubana de 95 años nominada a los Latin Grammy

Ángela Álvarez es una prueba viviente de que nunca es tarde para realizar los sueños. A sus 95 años, la cantautora cubana ha sido nominada en la categoría de Mejor Nuevo Artista de los Latin Grammy.

"Sentí muchas cosas, pero lo más bonito que sentí fue pensar que yo pude haber llegado a una meta tan importante. Entonces, me sentí muy honrada. Yo sí pienso que es un gran honor que voy a recibir", comentó la artista a la BBC en referencia al momento en que le fue anunciada su nominación.

Ha sido su primer disco, titulado “Ángela Álvarez”, e integrado por 15 temas de su autoría, el que ha merecido la candidatura al Latin Grammy.

Aunque siempre tuvo el talento y la vocación, Ángela nunca se atrevió a estrenarse como cantante ni mostró sus letras. No fue hasta que su nieto, Carlos José Alvarez, la convidara a cantar, que descubrieron que había en sus cuadernas más de 40 temas escritos.

"Cuando sentía algo que me emocionaba, empezaba a componer. Sobre todo cuando me fui de Cuba. Yo viví en Puerto Rico, que tiene el mismo clima de Cuba, y cuando iba por las carreteras y veía las cosas que me recordaban a Cuba, ahí componía. En México también compuse. Dondequiera que yo iba y me gustaba, sentía el deseo de decir lo que estaba sintiendo", recuerda.

Por dicha razón, para el citado medio el su fonograma constituye “una suerte de diario sentimental de su autora”.

Aunque aún siente añoranza, Ángels nunca ha regresado a Cuba desde que decidió emigrar en 1962: "Yo nunca he vuelto. Quiero guardar en mi corazón y en mi mente lo que yo dejé. Yo no sé cómo estará. Ya realmente familia íntima mía, ya no está en Cuba. Entonces, no quiero ir. Yo le he compuesto a Cuba muchos cantos, pensando en mi isla tan linda".

La familia de Álvarez pasó por la dramática experiencia de la llamada "Operación Peter Pan", considerada el mayor éxodo infantil del siglo XX en Occidente, a través del cual 14 048 menores cubanos no acompañados llegaron a Estados Unidos.

Según relata Álvarez, decidió mandar a sus cuatro hijos a Miami, con los cuales se reunió tres meses más tarde para, posteriormente, reunirse con su esposo en Veracruz, México y más tarde radicarse con toda la familia en los Estados Unidos.

Tras nueve décadas, Ángela ha podido hacer realidad su sueño y vivir los instantes que postergó durante toda su vida.

Sobre su talento, su nieto Carlos José Alvarez resaltó, en entrevista con Radio Martí, “su arte poética, su melodía de una época que ya no existe”.

Por su parte, el premiado pianista cubano Alberto Salas aseguró que “sus melodías, sus progresiones armónicas me transportaron a mí, y no solamente a mí, sino a los demás músicos. Cualquiera que escuche esta música será transportado a una era cuando el mundo era más simple”.