Pobladores de Caibarién denuncian que las casas de la Avenida 19 llevan 20 años inundadas de aguas albañales sin que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Según la información que compartió el periodista Mario J. Pentón con nuestra revista, dos casas se derrumbaron en esa localidad debido a la humedad y el descuido.
“Allí viven personas de la tercera edad y por suerte no hubo que lamentar pérdida de vidas humanas, pero sí sufrieron una amarga experiencia. Estas casas llevan inundadas de agua de fosa hace más de 20 años y el desgobierno de Caibarién no hace nada por darle solución a la tupición en esa calle”, dijeron los pobladores al periodista.
La situación de la vivienda en Cuba es preocupante, debido al deterioro del fondo habitacional y a que el Estado es incapaz de construir lo suficiente para toda la población necesitada.
Hace una semana, diez madres cubanas junto a sus 11 hijos se apropiaron de una imprenta abandonada en Centro Habana y permanecen cercadas allí por el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) y bajo amenaza de desalojo.
“Entramos aquí porque nuestras casas están en peligro de derrumbe o no tenemos. Apenas nos metimos, vino gente del DTI a decir que debíamos salir, sin escucharnos ni nada”, declaró una de las madres a Diario de Cuba.
Según estadísticas oficiales, el 39% de las edificaciones de la Isla están clasificadas en estado constructivo malo o regular, y existe un déficit de casi un millón de inmuebles.
El régimen ha admitido que la vivienda es un problema no resuelto por la “revolución”. Un reportaje publicado en 2019 en el portal oficialista Cubadebate reconoció que en el país existe un déficit habitacional ascendente a más de 1,3 millones de hogares.
Las viviendas terminadas en 2021 representan un 58% de cumplimiento del plan previsto, y un 39% de las casas terminadas en 2020, cuando se otorgaron cerca de 48 000 viviendas, según cifras oficiales.
