El escritor cubano, radicado en el exilio, Enrique del Risco Arrocha aseguró en un post reciente que Cuba vive del dinero que envían los emigrados: “Toda Cuba vive del financiamiento externo, la CIA somos nosotros”.
La dictadura cubana ante el despertar de conciencias generado por el Movimiento San Isidro y el temor a perder el poder sobre el país ha desplegado una campaña de descrédito contra los huelguistas de Damas 955 y los artistas e intelectuales del Grupo 27N.
El régimen asegura, a través de sus medios de propaganda, que las manifestaciones pacíficas y expresiones recientes de la sociedad civil cubana son orquestadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
Con una economía devastada y un sistema totalitario, el país caribeño sobrevive gracias a las remesas enviadas desde exterior y a las recargas Etecsa. Del Risco solo ha señalado una verdad que el régimen niega.
En un contexto marcado por la pandemia el envío de remesas en efectivo y mercancía a Cuba desde el extranjero ha decrecido, aunque aún es considerable para una isla que tuvo que cerrar sus puertas al turismo para impedir la propagación del coronavirus.
Una información de noviembre de 2020 de la agencia EFE evidencia que el hundimiento de las remesas fue de un 54,14 por ciento “al caer de 6.616 millones de dólares en 2019 a 2.967 millones en lo que va de este año”. Este análisis parte de un reporte reciente de The Havana Consulting Group.
La pandemia obligó al cierre de los aeropuertos cubanos durante casi ocho meses y "cortó", en consecuencia, el "flujo de la principal pasarela" de envío de remesas a la isla: los vuelos de Estados Unidos a Cuba, señaló Emilio Morales, presidente de la citada consultora.
Los cubanos que perciben salarios deprimidos (aunque a partir de enero el salario mínimo será de 2100 pesos) dependen en gran medida de las remesas para subsistir en el “Reino de las colas y la escasez”.
En 2019, las remesas en efectivo se estimaron en unos 3.171 millones de dólares, mientras que el envío en mercancías alcanzó los 2.900 millones de dólares, en un año en que viajaron a la isla caribeña 623.972 cubanos radicados en el exterior, de ellos 552.895 en Estados Unidos.
La cantidad de vuelos entre Cuba y Estados Unidos fue de 12.989 vuelos en 2019, entre comerciales regulares y chárter. Sin embargo, actualmente solo se han registrado, hasta el mes anterior, unos 2.532 vuelos procedentes de ese país.
Las sanciones selectivas de la administración Trump hacia el régimen, según The Havana Consulting Group, no han afectado directamente a los nacionales que siguen recibiendo el dinero por otras vías. La estructura empresarial castrista es la que ha sentido el impacto de estas políticas económicas.
Ningún rublo exportable de la nación caribeña ni el turismo superan los ingresos de las remesas. En 2016, por ejemplo, entre remesas en cash y mercancías entraron a la Isla un total de 6,444.68 millones de dólares, una cifra superior a la suma en conjunto de varios de los renglones más importantes de la economía cubana, como la exportación de níquel, azúcar y sus derivados, tabaco, mariscos y pescados congelados, medicinas, productos agropecuarios y el sector turístico que aportó 2, 907.1 millones de divisas. La suma en total de los aportes de esos renglones no superó en 2016 los 5 millones de dólares.
Por otro lado está Etecsa, el monopolio de las telecomunicaciones de la dictadura. Un artículo de IPS Cuba señala que las recargas habilitadas por esta compañía son otra manera de contabilizar remesas y recibir divisas.
Otro informe del Havana Consulting Group aclara que entre 2014 y 2016 la empresa obtuvo 124,8 millones de dólares estadounidenses solo por el servicio de recarga internacional. Estas cifras han aumentado con luego del uso de internet por datos móviles y la implementación de recargas quincenales.
Lo cierto es que las arcas del régimen se llenan con el dinero que envían sus emigrados a sus familiares. Al parecer la CIA tienen millones de empleados cubanos.