La reportera Daylén Vega Muguercia, frecuente colaboradora de varios medios oficialistas como Cubadebate y Juventud Rebelde, denunció a través de redes sociales haber sido humillada y casi golpeada sin motivo en la tienda Agua y Jabón de La Habana Vieja. “Viví un episodio de horror y maltrato hacia mi persona, como cliente y como mujer”, declaró la reportera.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de octubre, cuando la mujer se dirigía al establecimiento con su hijo de 4 años. El supuesto agresor, identificado como David Rivero Menéndez, que trabaja de portero en la tienda, "abrió la puerta dejando pasar a unas cuatro o cinco personas y la cerró en nuestra cara, de un tirón, alegando: ya no voy a dejar pasar a más nadie porque no me da la gana. Cerró, y comenzó a reírse de los presentes”, denunció la periodista.
La mujer le contó lo ocurrido al gerente del lugar, y mientras lo hacía el portero se dedicó a insultarla y a actuar de manera amenazante.
“Se abalanzó sobre mí para intentar agredirme, teniendo que el propio gerente aguantarlo para que no lograra pegarme, todo esto repito: en presencia de mi hijo menor de edad”, contó la periodista.
“Eso no quedó ahí, caminaba por uno de los pequeños pasillos de la tienda y lo vi a mis espaldas como siguiéndome, en un intento de intimidarme”.
Luego de lo ocurrido Daylén Vega denunció los hechos a la policía, quienes revisaron las cámaras de seguridad y confirmaron que lo ocurrido fue verdad. Tras realizar la denuncia, Vega esperó en vano una respuesta del sistema judicial.
“Pasaron los días sin que nadie me contactara para nada. Anoche [30 de octubre] fui citada por el Fiscal Edgar, quien hoy en horas de la tarde me informaría la decisión del caso. A las 3:00 pm estaba en el lugar donde me recibiría, y cuál sería mi sorpresa, que el sistema judicial en que tanto confío concluía el curso legal de los acontecimientos sin jamás haber consultado a una parte de los implicados”, escribió Vega
“El documento que se supone yo firmara y que por ética personal no firmé, era una burda mentira y una falta de respeto total hacia mí. No tengo copia para mostrar porque, según ellos, a mí, como denunciante y agraviada, no me asiste el derecho legal de una copia de la decisión. No obstante, manifesté mi descontento, ya no con la propia decisión, sino con lo que allí se leía”, agregó.
“El documento concluía que esto no sucedió, que testigos (amigos del portero y parcializados como es obvio) dijeron que eso no había sucedido. O sea, yo dejaba de ser según el fiscal la víctima, para convertirme en una mentirosa”, escribió la reportera en su muro de Facebook.
“Hice lo que me tocaba, seguí lo establecido y no quise armar catarsis, pero me siento en el deber de compartirles el abuso del que fui víctima doble, además, al ser ignorada por las leyes”, comentó al respecto.
Después que su denuncia circulara en las redes sociales y fuera reseñada por varios medios de la prensa independiente, la periodista cerró su perfil de Facebook. Ninguno de los medios en los que colabora ha publicado su denuncia.