La Habana se salva..., pero con un cambio de gobierno

Los vecinos del edificio ubicado en Zulueta #505 entre Monte y Dragones, en la Habana Vieja, podrían ser las próximas víctimas de un derrumbe con pérdida de vidas humanas
Calle Zulueta 505
 

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Mientras la compañía canadiense de viajes Flight Network ubica a La Habana en el lugar veintiocho de su lista de las cincuenta ciudades más bellas del mundo, los derrumbes se suceden en una ciudad abandonada a su suerte por el régimen de la Isla.

Los vecinos del edificio ubicado en Zulueta #505 entre Monte y Dragones, La Habana Vieja, son el testimonio de este abandono. La edificación, construida a mediados del siglo XIX, fue declarada inhabitable en la década de 1970. Sin embargo, fue a partir del año 1991 que los derrumbes parciales comenzarían a sucederse uno tras otro.

Desde finales del año 2018, según un reporte del sitio digital El Estornudo, los vecinos de Zulueta #505 han redactado, por cada derrumbe, un dictamen técnico insistiendo en las pésimas condiciones del inmueble, sin que hasta el momento se haya presentado en el lugar las autoridades del gobierno municipal.

“La Habana se salva, pero sólo con un cambio de gobierno en el país”, exclamó airado uno de los vecinos.

“Desde afuera podría pensarse que aquí no vive nadie, pero vivimos gente a expensas de morir durante el próximo derrumbe, y nosotros no es que queramos vivir así, es que nunca nos han ofrecido opciones” --prosiguió el vecino, padre de dos menores de edad.

Fuentes en las direcciones municipales de Planificación Física en Habana Vieja y Centro Habana, confirmaron esta tarde que “en la provincia no existe en estos momentos capacidad de albergue ni comunidades de tránsito”. 

“El caso de Zulueta 505 es la Cenicienta aquí en el territorio: todo el mundo la esquiva. Lamentablemente habrá que esperar que muera alguien para avizorar una solución”, añadió una de las fuentes.

Cada derrumbe que ocurre en La Habana va a la cuenta de un régimen que ha sido incapaz de hacer frente a la más grave situación del país: la depauperación de las viviendas. Tras la justificación del embargo de Estados Unidos, el régimen permanece inamovible, aun a costa de las vidas que cada derrumbe podría cobrarse.

A inicios de noviembre pasado, una edificación en mal estado constructivo, ubicada en calle 21, entre 30 y 34, en la localidad de Playa, sufrió el colapso de una parte del inmueble, cobrándose las vidas de una mujer y su hija, de trece años de edad.

Aunque no se lametó la pérdida de vidas, el 27 de diciembre pasado la edificación sita en Galiano #210 entre Concordia y Virtudes, sufrió un colapso total y, hasta el momento, más de una docena de núcleos familiares no han logrado ser reubicados dentro del sistema de albergues de La Habana, según confirmaron fuentes en la dirección municipal de Centro Habana de esta entidad.

Los damnificados se encuentran acogidos en los domicilios de vecinos o parientes, a la espera de su reubicación en locales de tránsito

Esta suerte no la tuvieron las niñas María Karla Fuentes, Lisnavy Valdés Rodríguez y Rocío García Nápoles, quienes fallecieron esta semana a causa del derrumbe de un balcón de una vivienda ubicada en Vives, entre Águila y Revillagigedo, en la barriada de Jesús María, Habana Vieja. 

El mal estado del fondo habitacional en La Habana es más grave en territorios de los municipios Habana Vieja, Centro Habana, Diez de Octubre y Cerro.

“Las próximas víctimas fatales podrían ser cualquiera de los niños que viven en este edificio”, concluyó el vecino de Zulueta #505.

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