Francia en alerta terrorista tras brutal ataque con tres muertos en Niza

Francia continúa estremecida por la ola de ataques islamistas que dieron pretexto a la extrema derecha para endurecer las políticas anti-inmigrantes y tiene preocupados a los liberales por el declive de las libertades religiosas
 

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Francia está de nuevo en estado de alerta terrorista tras el asesinato de tres personas en una iglesia en Niza, en un ataque con cuchillo reivindicado por un hombre de origen tunecino que asumió la agresión como un acto islamista cuando fue detenido.

En una jornada negra, la policía redujo a otro hombre en Lyon armado con un cuchillo y en Yeda (Arabia Saudí), un vigilante del consulado francés fue atacado con arma blanca. “Claramente, es Francia la que está siendo atacada”, declaró el presidente, Emmanuel Macron.

“Lo digo claramente: No cederemos en nada”, afirmó Macron en Niza, en una declaración similar a la que hizo tras la decapitación, hace dos semanas a las afueras de París, de Samuel Paty, un profesor de instituto que había mostrado en una clase de libertad de expresión unas caricaturas de Mahoma.

Lo sucedido en Niza es un “ataque terrorista islamista”, sostuvo Macron. El atentado podría dar un complicado giro político: el fiscal confirmó que el agresor es un inmigrante irregular recientemente llegado a Europa. “En el momento de su detención, portaba un documento de la Cruz Roja italiana diciendo que era ciudadano tunecino nacido en 1999. Las primeras investigaciones confirman su identidad”, explicó.

Desde el primer ataque islamista de las últimas semanas, a finales de septiembre ante la antigua sede de la revista satírica Charlie Hebdo en París, perpetrado por otro joven migrante paquistaní, la extrema derecha lleva reclamando mano dura con la inmigración.

El primer ministro, Jean Castex, también condenó el ataque, “tan cobarde como bárbaro”, y aseguró que “la respuesta del Gobierno será firme, implacable e inmediata”. Para empezar, se ha elevado ya el plan de vigilancia antiterrorista a su máximo nivel, el de “emergencia de atentado”, reveló.

Macron, por su parte, anunció que la Operación Centinela, el despliegue militar en todo el territorio decretado tras los atentados de 2015, será reforzada y pasará de 3000 a 7000 efectivos. El presidente prometió que se protegerán “todos los lugares de culto, en particular las iglesias” en vísperas de Todos los Santos, así como los colegios con la vuelta a clase el lunes.

El Gobierno celebrará este viernes un nuevo consejo de Defensa centrado en los últimos ataques, que se producen en un momento especialmente sensible en Francia. Tras la decapitación del profesor Paty, el Gobierno reiteró su decisión de combatir el “separatismo islamista”, para lo que está preparando una ley que será presentada en diciembre.

Esta misma semana, la justicia confirmó el cierre de una mezquita en las afueras de París sospechosa de radicalización, que ha ordenado también la clausura de una asociación humanitaria, BarakaCity, acusada de propagar “ideas que defienden el islamismo radical”. Según adelantó Macron, en la nueva reunión de Defensa se aprobarán “nuevas medidas” en el mismo sentido, que han provocado múltiples protestas en el mundo musulmán.