El gobierno cubano regaló a las mujeres del municipio espirituano La Sierpe un centro de lavado de ropa… como homenaje por el día internacional de la mujer, según un reporte del periódico Escambray.
En el acto inaugural también se entregaron “jabitas” de aseo a las compañeras de la localidad que se han destacado combatiendo las ilegalidades. Y, por si fuera poco, las lavadoras utilizarán detergente de Heneken y Cactus para sustituir importaciones.
El castrismo hace el esfuerzo por parecer moderno, progresista, hasta liberal, pero no lo logra. Cada paso que da revela su verdadera naturaleza; es algo que podría parecer chistoso, si no fuera porque es triste.
La publicación tiene sus tintes machistas, pues implícitamente asigna un rol claramente establecido por la cultura machista a la mujer: el de lavandera y ocupada en las tareas domésticas asociadas a la limpieza, higiene, etc.
No es la primera vez, ni será la última, en que el Estado cubano, a través de sus órganos de prensa, exteriorice su naturaleza, ya sea por complicidad o protagonismo manifiesto.
Recientemente, una serie de spot publicitarios para recargas de móviles de la empresa de telecomunicaciones Cubatel Ltd, protagonizados por los actores cubanos Yia Caamaño y Alejandro Cuervo generó polémica en redes sociales por el tratamiento dado a la mujer cubana.
En uno de ellos, publicado por la compañía de servicios, que utiliza a famosos de la televisión cubana e influencer para fomentar el uso de sus canales en la isla, la imagen de la cubana fue llevada al punto de que esta “se venda” por una recarga y es mostrado de forma “natural”.
En el mismo se ve al actor cubano Alejandro Cuervo en un “encuentro casual” en una calle habanera con la actriz Caamaño y allí le dice: “Te dije que te encontraba y te encontré. El otro día te metiste conmigo y al final te fuiste y me dejaste quemado. Solo quiero invitarte a tomar algo”.
La actriz lo mira con cara de poco interés y le dice que está “medio bien pero pasa de él”, mientras se marcha, el creador del spot le agrega una diálogo que a todas luces es degradante para la mujer cubana.
“¿Y si te pongo una recarga con Cubatel?”, dispara Cuervo, lo que frena en seco a la “deseada”.
“Corazón, pero hubieras empezado por ahí (…) Niñas ya vieron cómo se hace”, aconseja la actriz, mientras toma del brazo al hombre que acaba de “comprar” su compañía con apenas una recarga telefónica.
ADN Cuba se comunicó con la compañía Cubatel y esta reconoció que "este video forma parte de una serie con propósitos comerciales, no relacionados con la subestimación o cosificación de la mujer. Nuestra intención no fue perpetuar un modo de “ser” o “hacer las cosas” subordinados a lo masculino o al interés económico".
"Acaso nos superó el entusiasmo de proyectar con jocosidad ese “gen avispado” del cubano. Esperamos que nuestro trabajo diario y las próximas producciones borren el mal sabor de este desafortunado producto publicitario", concluyeron.