Este 18 de agosto el periódico oficialista Juventud Rebelde dio acuse de recibo a una carta enviada por Aliamna Azcuy Mejías, vecina de Ampliación de Virtudes no. 41, entre Basilisa A y B, reparto Cuba Libre, en la provincia de Pinar del Río, donde denuncia que lleva más de un mes intentando recuperar dinero que le cobraron en una tienda virtual de ese territorio.
Relata Aliamna que el pasado 12 de julio intentó comprar en la tienda virtual Guamá, de esa ciudad, en horas tempranas de la mañana, y que ahí comenzó la agonía.
Según ella, entre los problemas de conexión de la página y las dificultades en el transfermóvil —aplicación utilizada para esta gestión—, que daba error al realizar el pago, no pudo realizar la compra, pero a las 8:57 a.m. recibió en su teléfono móvil el siguiente mensaje: "Tienda Virtual de Pinar del Río: Pago no completado. Tienda Virtual de Pinar del Río ha cancelado la orden con ID de compra PIN-1145750E885310. En el transcurso del día se realizará la devolución".
Al momento verificó su estado de cuenta y comprobó que había sido extraído parte del dinero de su tarjeta magnética perteneciente a la sucursal No.1532 de Banco Popular de Ahorro (BPA): le habían rebajado el importe de 232,25 CUP, lo que supuestamente costaba, en la tienda virtual, el combo que nunca pudo adquirir.
Para estar más segura revisó mediante transfermóvil las últimas diez operaciones de la tarjeta, y el resultado fue que efectivamente había existido en ese momento un débito, luego un crédito, y finalmente otro débito respondiendo a la suma mencionada.
"Con la debida sensatez y creyendo lo que el mensaje decía —que la devolución sería en el resto del día— esperé y consulté varias veces el saldo de mi tarjeta, sin recibir nada", afirma.
Al día siguiente, el lunes 13 de julio, envió un correo al departamento de Atención al Cliente para hacer constar su preocupación en cuanto a la devolución de su dinero, pero en el transcurso del domingo y del propio lunes no llegó. Nunca recibió, tampoco, respuesta de las siguientes direcciones a las cuales escribió: yoleidys@cimex.com.cu, agabet@cimex.com.cu y oscarz@cimex.com.cu).
Ante la falta de respuestas, el día 14 del mismo mes llamó a Cimex por el número 80000724, para hacer la reclamación, y según cuenta, la atendió amablemente una trabajadora, que después de solicitarle algunos datos personales, le dio el número de su reclamo para posteriores acciones (0925143).
La reitera falta de repuestas de las entidades encargadas de darle solución a su problema, llevó a esta cubana a realizar otra llamada, el jueves 16 en horas de la tarde, al mismo número de Cimex en la capital. Y la atendió una mujer "bastante molesta", de quien ni siquiera obtuvo el nombre: "Me dijo que tenía que esperar a que llamaran de mi provincia, pues ellos no tenían que darme respuesta alguna".
El viernes 17, a Aliamna la contactó vía telefónica, una persona de Cimex de Pinar del Río (Yanet), quien se mostró muy preocupada e interesada por su queja, y le pidió que le diera el número de la orden que había sido enviado a su celular mediante el mensaje del domingo 12. Minutos después volvió a contactarla, para decirle que en la tienda virtual de Pinar del Río esa orden no había sido generada y que, por tanto, no sabía de quién era la devolución del dinero, y como única solución le orientó que fuera al banco a ver si allí le daban alguna repuesta.
Sin perder tiempo, Aliamna se presentó ese mismo día a la sucursal del BPA a la que corresponde su tarjeta. Allí le atendió Geima, responsabilizada con los cajeros automáticos, quien llamó a la sucursal electrónica en La Habana, y luego le dijo que "en el banco habían recibido una indicación relativa a que las devoluciones de Cimex y Tiendas Caribe son de esas corporaciones, y que ellos no tenían que ver nada en el asunto".
Aun así Geima le tomó los datos de su carné de identidad, el número de la tarjeta a la cual se le había rebajado el saldo y la cantidad sustraída, y se comprometió en darle una respuesta en cuanto la sucursal electrónica se la diera a ella, "pues iban a indagar en el tema".
El 22 de julio Aliamna llamó al BPA para comunicarse con Geima, y esta le respondió que aún no le habían dicho nada con respecto a su asunto. Que siguiera esperando, que ella la llamaría.
Lamentablemente el caso de Aliamna no ha sido el único, pero más lamentable aún es que los cubanos y cubanas sigan confiando en un sistema de comercio que ha demostrado de sobras sus ineficiencias, y que en lugar de facilitar las cosas, las empeora.