Este domingo, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba confirmó 48 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva a 3973 el número total de personas diagnosticadas con la enfermedad en la Isla desde la detección de los primeros casos de COVID-19 en el territorio nacional, el pasado 11 de marzo.
De acuerdo con el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del MINSAP, actualmente en la Isla se mantienen ingresados 1128 pacientes, de los cuales 31 están en vigilancia, 547 son sospechosos de haber contraído el coronavirus SARS-CoV-2 y 550 son casos confirmados o activos.
Los nuevos pacientes confirmados son cubanos: 47 son contactos de pacientes diagnosticados previamente y en uno no se ha precisado la fuente de infección.
De los 48 casos confirmados, 39 pertenecen a la provincia de La Habana, siete a Artemisa, uno a Matanzas, y uno a Las Tunas. La capital cubana se mantiene con la mayor tasa de incidencia de casos confirmados por cada 100 000 habitantes.
De los 550 casos activos de COVID-19 en la Isla, 530 mantienen una evolución clínica estable mientras que seis pacientes se reportan en estado crítico y 14 en estado grave.
El régimen de La Habana confirmó el pasado 11 de marzo los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba con tres turistas de visita en el país, según datos del MINSAP.
El pasado 31 de marzo, el primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, anunció la suspensión total de los vuelos a la Isla, lo que significa que ni los cubanos ni extranjeros residentes podrán entrar al país salvo situaciones excepcionales.
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“El avance de la pandemia nos ha llevado a valorar la situación de los aeropuertos. Se ha tomado la decisión de suspender todos los vuelos de pasajeros a Cuba. Necesitamos eliminar el arribo de pasajeros que sigue siendo un riesgo para la salud de las personas”, agregó el jerarca.
También, el régimen cubano anunció que ha sido establecida la fase de "transmisión autóctona limitada", luego de confirmarse casos de personas contagiadas que no están conectadas con viajeros llegados del extranjero.
Tras el comienzo de las medidas de desescalada a finales de junio, el régimen cubano echó atrás la reapertura en la capital de la Isla y en otros puntos del país por el rebrote de casos positivos a la COVID-19.
Hace tres semanas, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, aseguró que el país estaba "en presencia de un nuevo brote de la enfermedad (COVID-19) que pone en riesgo a toda nuestra población".
"El pronóstico indica que la situación está próxima a volverse en incontrolable si todos no tomamos las medidas que se han definido por el país, por lo tanto la amenaza de (la pandemia de) seguir creciendo se acentúa cada día que pasa", aseveró.