Al amparo de Santa Soledad

Un emblemático edificio Art Decó de Cienfuegos es hoy una cuartería en peligro de derrumbe ante el silencio y la desidia de las autoridades
 

Reproduce este artículo

 

Techos en muy mal estado, paredes cuarteadas por los años, pisos que no se mantienen, veinte familias en peligro de muerte por la destrucción del inmueble. Esto y mucho más padecen diariamente los habitantes del antiguo convento de Santa Soledad Torres Acosta, en la Perla del Sur, Cienfuegos, ciudad que cumplió este año su 200 aniversario.

Hilda, la persona que más años lleva viviendo en el lugar (un total de 57), nos cuenta cómo ha podido sobrevivir a los embates de una edificación declarada inhabitable desde el año 1986, por dictamen del proyectista Nicolás Soto Ordóñez y las peripecias que tiene que hacer para poder dormir tranquilamente. Basta conversar con ella unos minutos para descubrir su pesar por no poder disfrutar de un hogar seguro.

Los moradores del lugar no han recibido respuesta alguna por parte de las autoridades provinciales: sus peticiones sólo han encontrado oídos sordos y promesas que el viento se lleva con los años.

"Solo vienen, tiran fotos y se vuelven por donde mismo entraron. Es como si no existiramos para ellos. Yo misma tuve que cerrar una habitación en mi casa porque el techo se desploma cada día un poco. Ni baño tengo. Me baño con un jarrito y un cubo en la cocina improvisada que me hizo mi hijo"  --nos dice una señora que nos encontramos en uno de los pasillos de la instalación, la cual no quiso identificarse por miedo.

 

Hilda nos enseñó también el cuarto donde duerme. De solo mirarlo da temor. Todo el cableado eléctrico está por fuera y la pared no se puede tocar ya que transmite electricidad. Marcas de una humedad de años abren surcos en el techo y el piso se muestra poco estable. En el falso techo, hay nylon de todos los tamaños tratando de aguantar un poco el agua cuando llueve.

La dueña también tiene una barbacoa pero "allí no se puede subir". "Desde que murió mi esposo --nos cuenta-- no sé lo que hay allá arriba, lo que si debe haber es mucho escombro porque sentimos por los estruendos cómo caen los pedazos del techo en esa habitación. A lo mejor mi pareja me dejó dinero allá arriba y por la mala situación del cuarto no lo hemos visto" --dice entre risas, como para olvidar el calvario que vive.

Los pocos arreglos que hay en Santa Soledad han sido hechos por los mismos vecinos buscando que no llegue el derrumbe fatídico. Esas intervenciones han hecho que el inmueble cambie su estructura, y también su valor arquitectónico.
 
Este lugar, que en el pasado sirvió de refugio a personas enfermas, hoy vuelve a proteger a los más necesitados, aunque sus añejas columnas casi no le permitan soportar el peso de los años.

La edificación cienfueguera fue construida en la década del treinta al cuarenta del siglo XX, y es considerada una joya de la arquitectura Art Decó cubana. Aunque la capilla aún se conserva por el mantenimiento que le da la Iglesia Católica, el resto de sus muros albergan hoy una cuartería, donde además de los vecinos viven el miedo y la incertidumbre.