El régimen ya comenzó una "campaña feroz" por el 501 aniversario de la fundación de La Habana, a pesar de que la ciudad se cae a pedazos.
Según publicó el diario oficialista Granma, el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel tuvo un encuentro con el Grupo de Desarrollo Integral de la Capital, para conocer los proyectos de la Oficina del Historiador.
También estuvieron presentes, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, el vicepresidente Salvador Valdés Mesa y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
Por su parte, el historiador de La Habana, Eusebio Leal enumeró las principales obras que se entregarán en 2020: muchos museos y pocas viviendas.
Terminarían para este año el colegio de Santa Clara para formar restauradores, la tercera etapa del Museo del Automóvil y el Cuartel General del Ejército Libertador, en la Quinta de los Molinos
"Ya no hay que hablar del 500, ahora campaña feroz por el 501, por los compromisos del 501", agregó Leal.
La semana anterior, el derrumbe de un balcón en el barrio Jesús María cobró la vida de tres niñas, y sus familiares denunciaron que el gobierno les ofreció 350 pesos (12 dólares) de indemnización por este lamentable caso.
Las niñas fallecidas son María Karla Fuentes y Lisnavy Valdés Rodríguez, y Rocío García Nápoles.
Desde el primer momento, ADN informó sobre el derrumbe, y confirmó las muertes de las niñas por medio de un video emitido desde el propio lugar por un vecino que recorrió las calles adyacentes al lugar y habló con personas sobre el accidente.
Paparazzi Cubano, como se hace llamar el responsable del vídeo, recorrió las calles, mientras transmitía en directo por medio de su teléfono celular, y los vecinos le confirmaron que, en efecto, se trató de tres niñas que murieron en el accidente, dos de ellas ahí mismo, y la tercera en el hospital.
Posterior a esto, cubanos de a pie han comenzado a denunciar en las redes sociales lugares en La Habana donde se observan edificios, casas o estructuras frágiles que pudieran causar muertes.
Otras iniciativas llaman a la ciudadanía a reportar esos lugares para realizar una especie de inventario ciudadano sobre los sitios que representan un peligro para las personas.