China libera a "La Bestia", el barco de guerra más avanzado del mundo

El Pentágono no oculta su preocupación por la vulnerabilidad a la que se enfrentan las tropas estadounidenses en el Pacífico ni por la creciente amenaza que padecen aliados como Japón y Taiwán.
Destructor chino "La Bestia"
 

Reproduce este artículo

China colocó esta semana de manera oficial en servicio a su primer destructor de misiles guiados Nanchang. Se trata de un potente barco destructor de tipo 055, apodado "La Bestia". Su estreno se dio durante una ceremonia militar el pasado día 12, en la base naval de Qingdao, en la provincia oriental de Shandong.

Pekín, por su parte, calificó el evento como "un salto hacia adelante" para su programa de modernización naval.

La nave ya había sido mostrada al público hace unos meses, sin embargo, hasta la fecha no había sido puesto en servicio. Pero luego de que el gobierno chino sometiera a la nave a pruebas en el mar, y pruebas del sistema de armas durante los últimos ocho meses, decidió ponerlo en funcionamiento.

Con 12 mil toneladas de desplazamiento, "La Bestia" es uno de los barcos de guerra más grandes y más avanzados del mundo. El destructor está dotado de al menos 112 lanzadores verticales con capacidad de portar misiles tierra-aire HHQ-9, misiles de crucero antibuque YJ-18 y misiles de ataque a tierra CJ-10.

China lleva años inmerso en un proceso de transformación de sus Fuerzas Armadas. Coincidiendo con su despegue económico, el aumento del gasto militar en los últimos años —casi 10 veces mayor que a mediados de los noventa, según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI)— le ha permitido un desarrollo exponencial de sus capacidades, fundamentalmente enfocado en el Ejército del Aire y en la Marina.

Desde hace tiempo, el Pentágono no oculta su preocupación por la vulnerabilidad a la que se enfrentan las tropas estadounidenses en el Pacífico ni por la creciente amenaza que padecen aliados como Japón y Taiwán. Cifras recogidas por Reuters revelan que desde 2014 China —que según datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Londres, posee un Ejército de 2.035.000 efectivos en activo, de los cuales 250.000 pertenecen a la Armada— ha botado más buques de guerra, submarinos, barcos de apoyo o anfibios que el total de la flota británica.

Sin embargo, los expertos señalan que esta fortaleza es relativa. Pekín se ve lastrado aún por su falta de experiencia y una capacidad nuclear menor que la del resto de las principales potencias (EEUU, Rusia, el Reino Unido y Francia).

Con el objetivo de completar la modernización del Ejército Popular de Liberación (EPL) para 2035 y de convertirlo en “fuerza de clase mundial” para 2049 —un compromiso adquirido por el presidente Xi Jinping en el XIX congreso del Partido Comunista Chino celebrado en 2017—, el gasto militar del país en 2018 alcanzó casi los 250.000 millones de dólares (unos 226.065 millones de euros), más que Francia, Rusia y el Reino Unido juntos, y superado solo por EE UU, con 649.000 millones de dólares.

La cuestión naval ocupa el grueso del último informe del Departamento de Defensa de EE UU sobre el poderío militar chino. En el documento se destaca que Pekín es capaz de destruir con misiles DF-21 cualquier barco —incluidos portaviones— que navegue a menos de 1.500 kilómetros de sus costas. En el informe también se asume que la nueva posición hegemónica de China supone una amenaza para las tropas estadounidenses de la región, principalmente en puntos clave como el estrecho de Taiwán.

El texto informe que el poderío militar chino se está reflejando en que, desde 2016, casi un tercio de los aliados con los que contaba Taiwán han preferido traicionar a Taipéi y establecer relaciones con Pekín. Japón, otro aliado principal de Washington, también siente cada vez más el aliento de China, con quien se disputa la soberanía de las islas Senkaku, patrulladas cada vez con mayor frecuencia por el EPL.

 

(Con información de Reuters y China Power)

 

Relacionados