Un grupo de artistas y melómanos cubanos se reunieron con un solo propósito: elaborar una lista de los mejores álbumes que sonaron en la Isla en el recién finalizado 2019.
El llamado fue realizado por el sitio de música cubana AM-PM, el cual convocó a un grupo de periodistas, críticos musicales, para agregar sus discos favoritos, aquellos de los cuales no pudieron desprenderse en el 2019.
Según informa el sitio oficial de la revista, este fue solo el punto de partida para conformar el listado, que llega hoy con esos fonogramas imprescindibles y que nos hicieron vibrar durante los últimos 365 días.
Participaron en la confección de esta lista Joaquín Borges Triana, Leannelis Cárdenas, Estanislao Cordero, Darsi Fernández, Diana Ferreiro, Carlos Fornés, Yansert Fraga, Luis Alberto García, Pepe Gavilondo, Rafa G. Escalona, Marcel Lueiro, Rosa Marquetti, Raúl Medina, Carla Mesa, Pistacubana, Rogelio Ramos, Gisela Saís, Lorena Sánchez, Carmen Souto, Rafael Valdivia y Alejandro Zamora.
La lista está encabezada por Sonocardiograma, de Daymé Arocena (Brownswood Recordings)
"Los espíritus del mundo pueblan todas las cosas, animadas e inanimadas, y muy temprano los seres humanos aprendimos que ningún vehículo como la música para comunicarnos con ellos. Daymé Arocena se ha convertido en media década en una sacerdotisa de esta comunión, con su voz electrizante, con su apropiación de géneros y estilos de raigal cubanía, devueltos con una actualidad rabiosa", explicó AM-PM.
Y agregó: Síntesis de todo ello es Sonocardiograma, esos latidos en forma de canciones en los que la cantante es escoltada por una banda de lujo compuesta por Rafael Aldama al bajo, Marcos Morales a la batería y Jorge Luis Lagarza al piano (además de productor musical del disco). Este álbum suena a anhelo alcanzado, a hijo que llega cargado de amor, un tributo a todas esas voces físicas o espirituales que han nutrido a Daymé y a las que devuelve toda su gratitud en forma de música, como no podía ser de otra manera".
De igual manera "A romper el coco" de Alexander Abreu, Alain Pérez y Mayito Rivera, bajo el sello de la discográfica Egrem fue otro de los escogidos.
Este álbum aúna buenos y reconocidos intérpretes quienes mediante arreglos sonoros unen lo antiguo a lo más actual; grabación y mezclas oportunas. "Una antología de viejos temas que se baila como si fueran hits de esta semana", destacó.
Amor Edición Deluxe, de Haydée Milanés, bajo el sello Bis Music / Casete Digital es un álbum doble que enamora desde la primera canción.
"En un principio, Haydée junto a su padre, Pablo Milanés; más tarde, Haydée a dúo con algunas de las voces más importantes de Hispanoamérica. Dieciséis canciones para escuchar atentamente y que conforman un fonograma redondo. Temas como Ya ves (feat. Silvia Pérez Cruz), A mi lado (feat. Pancho Céspedes), El amor de mi vida (feat. Edgar Oceransky), Todos los ojos te miran (feat. Chico Buarque) e Identidad (junto a las Ibeyi y con la percusión de Osaín del Monte y el piano de Cucurucho Valdés) —por solo mencionar algunos— son, sin dudas, de una belleza extrema, capaces de figurar en cualquier lista de reproducción".-deja saber la revista-
Por su parte Yesun, de Roberto Fonseca, utiliza la metáfora del agua que corre limpia, se esparce y se filtra hacia todos lados.
La web en la crítica agrega: "En este sentido, desde Cuba, ninguna imagen sería más poderosa que una síntesis entre Oshún y Yemayá, de ahí el juego de palabras que le da título al disco.
Roberto Fonseca logra un continuo fluir, tanto al interior de las composiciones como en la forma de combinar las mismas para ordenar el álbum. Se experimenta mucho, pero es causa de asombro cómo se transita con clara naturalidad entre ritmos y sonoridades geográficamente distantes, manteniendo una unidad conceptual y espiritual en cada composición. Sí, Yesun es tierno y espiritual, como nos tiene acostumbrados el pianista. Pero también es un llamado en varias direcciones. Ya no se trata de “romper esquemas”, sino de sacudirnos e impulsarnos a crear una nueva visión de la música, a crear nuevos lenguajes. La combinación entre sonoridades electrónicas, ritmos autóctonos, instrumentos retro, reguetón, etc., no serían un fin en sí mismos, sino mero pretexto, sencillamente, para que se haga la música".