Como una suerte de regalo en su primer aniversario al frente del Ejecutivo en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro decretó oficialmente un reajuste del 4.1 por ciento del salario mínimo para alcanzar los 1.039 reales (unos 260 dólares) para 2020, informó este miércoles el portal mexicano Economía Hoy.
El nuevo salario mínimo que rige a partir de hoy fue determinado por la aplicación de la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), de enero a diciembre de 2019, acotó el periódico.
"El señor presidente de la República editó una medida provisional que fija el salario mínimo en el país, a partir del 1 de enero en el valor de 1.039 reales", informó en un comunicado.
El incremento, añadió el reporte, es superior a la tasa de inflación y arriba del determinado por su equipo económico, que consideraba tenía que hacerse sólo para reponer la inflación de 2019, estimado en 3.8 por ciento.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, llegó a decir hace dos semanas que un reajuste del salario mínimo por encima de la inflación podría desequilibrar las cuentas públicas y generar desempleo.
Ello debido a que, además de servir de base para el salario mínimo que las empresas tienen que pagar a sus trabajadores, el valor también es referencia para reajustar los beneficios asistenciales, las pensiones, las jubilaciones y hasta el seguro de desempleo.
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De acuerdo con datos del Ministerio de Economía brasileño, por cada real de aumento al salario mínimo, el Gobierno tiene que gastar 319,1 millones de reales (unos 79 millones de dólares).
El nuevo salario mínimo fue fijado en un decreto publicado este martes en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Unión y pasa regir a partir del 1 de enero.
El ajuste de las maltrechas cuentas púbicas, tras varios años de déficits y deuda récord, es una de las prioridades de Bolsonaro desde que asumió su mandato, el 1 de enero de 2019.
La principal medida de ajuste fiscal del ultraderechista, cuyo Gobierno impulsa una política económica de claro tinte liberal, fue la reforma al sistema de jubilaciones y pensiones, ya aprobada por el Congreso y que impuso una edad mínima de jubilación para los brasileños.
La decisión de elevar el salario mínimo por encima de lo previsto fue tomada por Bolsonaro tras reunirse con algunos de sus colaboradores este martes, luego de regresar de un viaje de descanso a una playa del nordeste de Brasil que interrumpió de forma imprevista.
(Con información de Efe)