Rosa Porto, fundadora y propietaria del reconocido restaurante cafetería Porto's Bakery falleció a los 89 años el pasado viernes, según informaron sus familiares a diferentes medios.
“Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de la fundadora de la panadería de Porto, Rosa Porto”, comentó la familia.
“Rosa fue una mujer increíble. Comenzó desde la cocina de su propia casa vendiendo dulces a amigos y familiares, al tiempo que era una esposa y madre extraordinaria”, añadieron en un comunicado.
La historia de esta mujer, quien confesó empezar a hacer dulces rompiendo los huevos por necesidad, es motivo de orgullo e inspiración para la comunidad cubana en Estados Unidos.
“Cuando comencé con los dulces los hacía para mis hijos. En aquel momento, como los vecinos veían que me quedaban bonitos, comenzaron a pedirme que les hiciera pasteles a ellos también”, confesó Rosa hace ya algún tiempo.
Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, Rosa perdió su trabajo como como distribuidora de cigarros y su esposo fue enviado a realizar trabajos forzados en el campo. Luego que el gobierno cubano pusiera un alto a los negocios privados, a Rosa no le quedó más remedio que echar mano a las recetas de su madre española y empezar a sostener a la familia vendiendo bizcochos.
Porto emigró a los Estados Unidos a inicios de la década de los 70, y se instaló en California.
A su llegada a los Estados Unidos no tenían ningún tipo de recursos económicos. Su esposo en aquel entonces comenzó a trabajar como conserje y Rosa comenzó con los dulces. El bastidor de la cama de uno de sus hijos era el lugar en que reposaban los dulces salidos del horno hasta que en 1976 lograron abrir su primera franquicia en el Sunset Boulevard en Echo Park.
Posteriormente, la panadería se fue expandiendo hasta abrir otras dependencias en Burbank, Downey, Buena Park y West Covina.
“No es solamente un lugar en el que disfrutar de una comida extraordinaria, sino también un sitio de consuelo a los exiliados cubanos”, comentó una vez el actor cubano Andy García sobre Porto's Bakey.
Las largas filas para entrar al lugar y quienes conducen desde muy lejos para disfrutar de sus dulces, son una muestra muy clara del impacto gastronómico que tiene Porto's Bakey en la ciudad de Los Angeles.