El presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Gustavo Montezano, acompañó el pasado jueves 12 al presidente brasileño Jair Bolsonaro en una presentación en vivo en las redes sociales, en las que se discutió la deuda cubana por un préstamos desproporcionado dedicado a cubir las inversiones en el Puerto del Mariel.
Montezano ha anunciado un pronóstico de incumplimiento de Cuba en las obras del puerto de Mariel. "Debemos asumir un default cubano de $561 millones", aseguró.
Preguntado por Bolsonaro, aclaró que el banco prestó originalmente $656 millones, sin asegurarse de que el gobierno cubano podría saldar la deuda.
“El salario promedio [en Cuba] es de US $20. ¿Qué produce Cuba? ¿Por qué este puerto de primera allí? Ciertamente, es una cuestión ideológica”, cuestionó Bolsonaro. Con respecto al incumplimiento, Bolsonaro preguntó: "¿Cómo es que el banco le da dicho préstamo sabiendo que Cuba no puede pagar?".
En total se fueron haciendo tres tramos de préstamos, para un total de 565 millones, tanto por parte del gobierno de Lula Da Silva como por Dilma Rouseff. Aún se adeuda el 86 por ciento de lo prestado.
Según el BNDES, los impagos cubanos llegan ya a las 50 cuotas atrasadas y el Tesoro Nacional de Brasil ha tenido que indemnizar al banco por la mitad del valor prestado.
En los últimos años, el gobierno cubano ha convertido la Zona de Desarrollo Especial del Puerto del Mariel en la estrella de sus proyectos para atraer inversiones a la isla por un monto estimado de dos mil millones de dólares al año. Sin embargo, sólo han conseguido inversiones por una quinta parte de lo previsto. Analistas achacan el atraso al lento proceso burocrático que implica aprobar empresas extranjeras en la isla y por el miedo de inversores a establecerse en un país que tradicionalmente no ofrece garantías jurídicas.