La mano negra y peluda del imperialismo yanqui es tan larga y tiene zarpas tan filosas que, en su afán de rendir a nuestro heroico pueblo, ahora urde un nuevo plan malévolo para provocar apagones en Cuba.
Así lo ve el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, quien culpó a Washington de los cortes de luz por venir si continúan las sanciones de ese país hacia las empresas cubanas y venezolanas encargadas de abastecer de combustible a la Isla.
“Trump vuelve con sus ataques, ahora sanciona otros 6 buques. Busca privar al país de combustible y que tengamos que recurrir a los apagones, paralizar el transporte y afectar la economía”, escribió el funcionario en Twitter.
Pobre gobierno cubano, cuyas nobles intenciones se verán afectadas por el norte revuelto y brutal que nos desprecia. Y no por culpa de ellos si no de la perfidia imperial, los gobernantes jurásicos tendrán que condenar a horas de sombra y calor a los sufridos isleños.
Gil Fernández hizo referencia a la sanción del Departamento del Tesoro sobre seis petroleros venezolanos que tocaron puertos cubanos con cargas de combustible. La medida se suma al bloqueo contra las dos empresas nacionales responsables de importar petróleo, Cubametales y Corporación Panamericana.
Horas antes el gobernante de la Isla, Miguel Díaz-Canel, calificó de “ataque” la sanción a los petroleros. “Trump ataca otra vez. Sancionan a seis buques por transportar petróleo de Venezuela a Cuba. Basta ya de injustas y arrogantes sanciones", dijo en la citada red social.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) aseguró que los funcionarios cubanos eran conocedores del arribo de estos buques, que iban cargados con petróleo de Venezuela. Según apuntó la administración estadounidense, el dinero recibido de los envíos de petróleo debía transferirse a una cuenta bancaria rusa.
Los buques pertenecen a Petróleos de Venezuela, PDVSA; se identifican como Ícaro, Luisa Cáceres de Arismendi, Manuela Sáenz, Paramaconi, Terepaima y Yare.