El estreno de la nueva colección de la marca cubana de ropa Clandestina no fue en su totalidad como muchos esperaban. Y es que luego del Fashion show realizado en la sala polivalente Ramón Fonst tuvo lugar una fiesta «Resistere vincere» la cual proponía la entrada de Clandestina vendida muchas semanas antes.
Sin embargo la cita post pasarela devino caos ya que muchas personas pretendían asistir a la cita sin saber que era en su mayoría, para clientes VIP. Así lo hizo saber un usuario identificado como An Ti en su perfil de Facebook. "Para los que no ostentaban un status VIP entrar a las propuestas de Clandestina este viernes se convirtió en todo una proeza. Esta frase, un intento de traducción de la tristemente célebre «Resistir es vencer», llevó a lo que siempre ha apuntado esta ideología: atropellos, empujones, jalones, deshumanización, masa, masa y masa." -comenta-
Al respecto reflexiona "Ahora resulta que los mayores seguidores de Clandestina son indisciplinados sociales, ¿no será acaso que la promesa de un espacio alternativo "clandestino" se convirtió en una influencia de micropoder que a la larga no es más que otra máscara de la institución? Ahora se tejen distinciones claras entre lo que está abajo (molotera) y lo que debe entrar primero. Pero ¿qué pasa cuando lo que está a arriba ofende/denigra/avergüenza lo que está abajo? "
Al respecto reflexiona "me pregunto cómo pudieron los coordinadores estresarse tanto con unas 500 personas si Clandestina había previsto una ostentosa megafiesta para al menos 3000 personas, una ilusión claro, pero ¿qué hubiese pasado si en efecto hubiera asistido esa cantidad prevista? ¿tendrían que haber llamado a las tropas especiales para repartir tonfazos como siempre? ¿No será que al final la fiesta nunca fue diseñada para nosotros sino para un gremio elegido y por demás los líderes de los micropoderes que están influyendo en la sociedad ahora mismo: modelos, fotógrafos, artistas, creadores de “contenido”, plagiadores, infladores en general...?"
Analizando el desfile creo que se deduce la mayor problemática, pues seamos realista los empujones en una cola solo son síntomas de una intríngulis ideológica.
Primero (lo único bueno): vimos tres glorias deportivas que hacía mucho no se recordaban ni por televisión, como sucede casi siempre con las glorias olvidadas.
Segundo: sobre la pasarela hubo plagio –después no digan que Zara-
Tercero: rememorar los Juegos Panamericanos Habana91 precisamente ahora que acabamos de celebrar los 500 años de la Habana, fue lo más irónico de la noche.
El usuario recuerda que mientras se preparaban los juegos deportivos en Cuba, se desmoronaba el campo socialista. "En plena crisis económica el gobierno se aventuró a la rimbombante inauguración y construcción de la Villa Panamericana y estadios aledaños. Con la misma grandilocuencia este 2019 en medio de la misma crisis resemantizada como “coyuntural” restauramos Capitolio -no para nosotros-, inauguramos un amplio complejo hotelero -no para nosotros- y se hizo una fiesta con números culturales que el pueblo jamás vio ni escuchó porque «imagínate» en un fecha así ellos no contaban con esta cantidad de personas, solo vimos las fuegos artificiales, todo lo que dejan para nosotros es artificial."
Asevera, para concluir que los hechos de Clandestina no son aislados, y que forma parte de una maquinaria de poder y corrupción. "Los discursos de Clandestina son recibidos acríticamente por el gobierno porque trabajan con conceptos tradicionales, es decir, revolucionarios. Clandestina es la afirmación de la cultura revolucionaria en todos los sentidos. En mi opinión hay que redefinir términos como «Revolución, Patria, Pueblo, Humanismo, Personas y a la lista sumo Clandestina, o mejor ¿qué es lo verdaderamente clandestino?"