La Unión Europea aceptará la invitación del Consejo Nacional Electoral de ese país latinoamericano para desplegar una misión de observación en las próximas elecciones regionales que se celebrarán el 21 de noviembre.
La eurodiputada socialista Isabel Santos fue designada por el alto representante de la UE, Josep Borrell, para presidir la misión. La Unión Europea no ha desplegado una misión de observación electoral en Venezuela desde hace 15 años, constató Borrell.
Observadores explican que este anuncio ha sido recibido como una suerte de ‘traición de la UE’ porque no hay condiciones para que, en el contexto de una dictadura como la venezolana, pueda hablarse de elecciones libres, transparentes y competitivas, con las reglas de juego de una democracia representativa.
Opositores políticos, intelectuales, activistas y ciudadanos venezolanos han criticado en estos años el papel de la Unión Europea, de España y de los socialistas españoles en particular, al oxigenar al régimen de Caracas gracias a las gestiones del valedor internacional de Nicolás Maduro, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
La dirigente opositora María Corina Machado consideró que ese es un “Grave error de la Unión Europea” que “no ayuda a la lucha democrática del pueblo venezolano, sino a la permanencia del régimen” y, además, “incumple los estándares técnicos y políticos de la UE para una MOE, y afecta su credibilidad”, manifestó en Twitter.
“¿Y el informe de la misión exploratoria, Sr Borrell?”, cuestionó Machado. La líder opositora abundó: “una cosa es que algunos actores internacionales no estén dispuestos a hacer lo que hace falta para ayudarnos a resolver el conflicto de Venezuela, y otra cosa es que nos lo hagan más difícil”.
El anuncio de la Unión Europea tiene lugar cuando se conoce el aumento en la depauperación y el empobrecimiento extremo de la población venezolana a causa del régimen gobernante.
La Universidad Católica Andrés Bello publicó la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2021. Los hallazgos: el 94,5% de la población es pobre. De ese porcentaje, el 76,6% está por debajo de la línea de la pobreza extrema, vive con menos de un dólar con veinte centavos por día (1,20 USD) y no cubre sus necesidades alimenticias.
Antes del ascenso del chavismo, el 45% de los hogares eran pobres. Hoy, tres de cada cuatro venezolanos viven en la pobreza extrema, el salario mínimo apenas sobrepasa el equivalente a dos dólares mensuales y hay más de ocho millones de desempleados en Venezuela.
El régimen de Caracas ya ha expulsado a más de seis millones de venezolanos que hoy son refugiados y migrantes en el mundo, la cifra representa casi el 20% de la población nacional.
Duplicar los pobres, generar hiperinflación y ocho años consecutivos de recesión, destruir el país y crear una crisis política, económica, social y humanitaria con efectos de derrame sobre todo el continente, tomó dos décadas y es obra del chavismo en el poder.
El régimen se apresta a recibir una bocanada de aire fresco gracias al impulso del socialismo español y de la Unión Europea, dicen las voces críticas.