En este texto les llamo hermanos porque somos hijos de la misma tierra y tenemos más en común que lo que nos separa. Ustedes tienen una gran responsabilidad en los días que está viviendo nuestra Isla. Ustedes deben escoger entre proteger a los manifestantes pacíficos, al pueblo y reprimirlos para sostener a una dictadura que nos sume en la miseria, el hambre y el miedo. No existe nada que justifique el uso de la violencia contra ciudadanos que pacíficamente se manifiestan en los espacios públicos, o sea, en los espacios del pueblo.
Las órdenes de los superiores no se cumplen ciegamente. Antes de cumplirlas ustedes deben verificar que dichas órdenes sean legales, lógicas y éticas. Ustedes no solamente tienen el derecho a desobedecer una orden injusta sino que tienen el deber de denunciar a quien la indica o transmite.
Es importante que conozcan que la manifestación pacífica es un derecho de cada ser humano que habita el planeta y reprimir a quien ejerce este derecho es cometer una violación de derechos independientemente del país donde ocurra.
Muchos están a tiempo de evitar mancharse las manos de sangre tan cubana como la de ustedes, y corregir la posición que debe ser junto al pueblo, la verdad y la justicia; no junto a quienes difunden odio, discriminación e intolerancia.
Los militares y policías que no han cometido crímenes contra personas inocentes, no tienen que temerle a la justicia. No le tengan miedo al cambio, no crean la mentira y la manipulación difundida por la dictadura de que los que deseamos una Cuba democrática vamos a cometer contra ustedes los linchamientos, fusilamientos y crímenes que se cometieron en los años 60 contra quienes se opusieron a Fidel Castro. Deseamos paz y justicia, no venganza.
Nuestra sociedad debe interrumpir el ciclo de odio y violencia generada por él y otras personas radicales del régimen.
El deber de ustedes es detener la represión contra sus hermanos por motivos políticos, liberar a todos los presos por motivos políticos, proteger al pueblo y subordinarse a leyes justas y a los cubanos que trabajan por llevar a cabo una transición pacífica hacia la democracia, el estado de derecho y la verdadera república. Por favor, ignoren los discursos de odio que generalmente provocan una polarización en la población, “combustible” esencial para desencadenar una guerra civil.
Hermanos, ustedes no deben responder a ninguna ideología o partido político porque el sentido de su labor es proteger a todos los cubanos, no solamente proteger los intereses del Partido Comunista. Acaben de entender que Cuba y sus calles son de todos los cubanos, no solo de los comunistas. No queremos que en la Cuba futura ustedes persigan a quienes piensan diferente al gobierno de turno o a quienes prosperan en un mercado de libre competencia.
El pueblo cubano necesita que ustedes, policías y militares, participen de la creación de una nueva Cuba libre y próspera, de una república con todos y para el bien de todos como lo deseó José Martí.
*Oscar Casanella es un bioquímico y activista cubano, que lleva años oponiéndose pacíficamente al régimen de La Habana. Actualmente se encuentra sitiado en su vivienda por agentes de la Seguridad del Estado.