El reguetón es un género musical que ha llegado para quedarse. Cuba es uno de los países que hacen suyos canciones y sonoridades adaptadas a contextos reales; en guaguas, boteros, bicitaxis se pueden escuchar temas que se han ido colando de a poco en todos los espacios ciudadanos como cafeterías, discotecas, fiestas. Lo cierto es que este género retador, conflictivo, vulgar, incomprendido es adorado por unos y aborrecido por otros, indiscutiblemente ha ido en considerable ascenso. Muchos lo consideran un fenómeno musical, incontrolable.
A pesar de las innumerables amenazas en su contra, las autoridades no han podido censurarlo o evitar que las personas lo escuchen. Aunque no se transmita en las emisoras nacionales o se distribuya de manera oficial; nadie se mantiene exento a sus pegajosos ritmos. Desde Cubanito 2002 y Elvis Manuel hasta Chocolate y Negrito, Kokito & Manu Manu, mucho ha llovido
A raíz de la salida del Decreto 349 en la isla, los artistas están obligados por ley a profesionalizarse y vincularse con el Ministerio de Cultura, esto levantó polémica en Cuba. De aplicarse en otros tiempos hasta el propio Benny Moré hubiese sido censurado. Este decreto surgió supuestamente con el fin de "proteger la cultura" así como sancionar el lenguaje sexista o vulgar. El Decreto 349 apuntó al reguetón como un género de mala factura, un ritmo creciente en la isla que cuenta en su haber con cantantes como Gente de Zona quien evidentemente han tenido mucho éxito como cultores del género. De igual manera condena el "intrusismo profesional", considerando que Cuba es un país con talentos profesionales, pero abunda igualmente la espontaneidad artística, con músicos "de oído", que brotan de cualquier rincón de la isla.
Sin lugar a dudas el reguetón es un género del que nadie puede escapar, puede suceder que alguno más que otro no le gusten por lo agresivo o vulgar de las letras de alguno de sus intérpretes, pero es indiscutible que nadie escapa de conocer sus intérpretes y sus canciones. El reggaeton, con su estética de hip hop trasnochada, acompañado con cadenas doradas, gorras de béisbol y pantalones super anchos resultan la antítesis de las barbas, lo hipster y las gafas de pasta.
La música urbana se ha vuelto una especie de amalgama de sonoridades que bordean el trap, el son, el rap y demás ritmos, algunos pegajosos otros más vulgares, pero indiscutiblemente el reguetón se ha vuelto en Cuba algo parecido a un género nacional.