Francesa declarada muerta busca demostrar que está viva

Jeanne Pouchain busca demostrar que está viva, luego de que un tribunal de Lyon la consideró oficialmente muerta en 2017.
Francesa busca demostrar que está viva
 

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Jeanne Pouchain, una mujer de nacionalidad francesa, tiene el inusual problema de demostrar que está viva, luego de que un tribunal de Lyon la consideró oficialmente muerta hace tres años.

La mujer de 58 años dice que vive con miedo constante, sin atreverse a salir de su casa en el pueblo de Saint Joseph, en la región del Loira. Las autoridades confiscaron su automóvil por una deuda impaga que ella impugna y que está en el centro de sus problemas. Teme que los muebles familiares sean los siguientes.

La situación de Pouchain les ha impedido a ella y a su esposo, quien es su beneficiario legal junto con su hijo, usar su cuenta bancaria conjunta. Ser declarada fallecida la ha privado de otras comodidades.

“Ya no existo”, dijo Pouchain por teléfono. "No hago nada ... me siento en la veranda y escribo". Ella llamó esta situación como “macabra”.

Pouchain fue declarada como fallecida después de una decisión judicial de Lyon de 2017 que la consideró muerta a pesar de que no se presentó ningún certificado de defunción. La decisión se tomó al final de una disputa legal con una empleada de la antigua empresa de limpieza de Pouchain, que buscaba una compensación después de perder su trabajo hace 20 años.

Pero la queja inicial en el tribunal de trabajadores de Prudhomme de Francia fracasó y recayó en Pouchain, cuyo abogado afirma que su empresa no tenía responsabilidad por el despido. Siguieron una serie de procedimientos legales, decisiones y apelaciones, hasta el Tribunal de Casación, el tribunal más alto de Francia, que desestimó el caso por considerarlo fuera de su dominio, aseguraron Pouchain y su abogado, Sylvain Cormier.

Según Pouchain y su abogado, los errores judiciales en forma de bola de nieve terminaron con el fallo de 2017 del Tribunal de Apelaciones de Lyon de que la mujer no estaba entre los vivos. El embrollo legal es extraño porque, según Pouchain, ni ella ni sus familiares recibieron una citación para la audiencia.

El esposo y el hijo de Pouchain se quedaron con una orden de pagar 14.000 euros ($ 17.000 dólares) al ex empleado.

Cormier, su abogado, presentó una moción inusual el lunes pasado para invalidar la decisión de 2017 de la corte de apelaciones de Lyon debido a un "error grave" de los jueces. Dijo que nunca antes se había ocupado de un caso tan "loco".

“Al principio, me costó creerle a mi cliente”, dijo.

Pouchain dice que no puede perdonar a su ex empleada por su difícil situación, pero no identifica a la mujer. El abogado del ex empleado no respondió a varias solicitudes de comentarios.

Cormier señala con el dedo a los jueces y su "extrema reticencia a reparar su error".

"Cuando un error es tan enorme, es difícil de admitir", dijo.

Pouchain mantiene la obstinada esperanza de que el intento de su abogado de revocar la sentencia tenga éxito.

“Es mi última oportunidad de recuperar mi vida”, dijo.

(Con información de AP)

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