El colombiano Uldarico Narváez Ansazoy fue extraditado hacia EE.UU. el pasado jueves 8 de octubre, donde enfrentará cargos por narcotráfico en Nueva York, donde su hermano Román está en espera de juicio desde 2019.
Uldarico Narváez, de 41 años, y su hermano, Román Narváez fueron presuntamente los fundadores y principales líderes de una organización llamada invisibles, responsable de producir mensualmente toneladas de cocaína en laboratorios en la región colombiana del Cauca (suroeste).
Román Narváez, de 45 años, acusado por el Gobierno de EE.UU. de liderar una empresa criminal, fue extraditado al país norteamericano en el 2019, luego de fracasar en su intento de ser incluido en la lista de guerrilleros de las FARC para ser beneficiado con la «garantía» de no ser extraditado, aprobada en 2016 en el marco del acuerdo de paz con el Gobierno.
Mientras que el Gobierno colombiano autorizó la extradición de Uldarico Narváez el pasado julio y fue traído el pasado miércoles 7 de octubre a Nueva York para enfrentar la acusación en su contra.
Las autoridades estadounidenses acusan que, en su momento de apogeo, esa organización fue una de las que más cocaína producía en Colombia, la cual era llevada a puertos en el océano Pacífico a través de rutas en la selva protegidas por grupos armados ilegales pagados por Narváez.
Uno de esos grupos era la entonces guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), agrega el comunicado.
«Narváez y su hermano operaron una empresa de tráfico de droga que importó cada mes múltiples toneladas de cocaína a EE.UU.», aseguró en el comunicado el fiscal federal a cargo del distrito este de Nueva York, Seth DuCharme.
Recordó el compromiso de este país de luchar junto con sus aliados internacionales para desmantelar organizaciones de tráfico de drogas «responsables de inundar nuestras comunidades con veneno y traer los individuos que las operan ante la justicia».
DuCharme agradeció a la oficina de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) en la ciudad de Bogotá, en Colombia, así como al Gobierno de ese país por la cooperación en este caso.
«Esta extradición lleva a una desagradable reunión entre los hermanos, Román y Uldarico, ambos traídos a Nueva York para enfrentar la justicia», indicó por su parte el director de la DEA en esta ciudad, Ray Donovan.
«La organización de tráfico de drogas de los Narváez amenazó la vida de estadounidenses enviando múltiples toneladas de cocaína desde la selvas en Colombia a Estados Unidos», afirmó.
Con ello buscaba que su caso llegara a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), tribunal que juzga los crímenes cometidos durante el conflicto armado.
Santos Román Narváez Ansazoy, quien intentó colarse en la JEP, había sido capturado en octubre de 2016, en Cali (Valle del Cauca). Durante el operativo, la Policía ubicó en un parqueadero 29 lingotes de oro, cada uno por un valor de 125 millones de pesos (32 mil dólares).
(Con información de EFE)