La crisis humanitaria que se vive en Venezuela, agravada por la pandemia del Coronavirus, sigue provocando la migración de miles familias que llegan caminando a Colombia -país con el que comparten frontera- con un propósito en común: tener acceso a los alimentos y a la salud pública.
La escena se repite en las principales autopistas del país neogranadino. Mujeres embarazadas, adultos mayores y niños pasan semanas enteras caminando para llegar a su destino. Huyen del hambre y Colombia es prácticamente su única opción para emigrar, ya que en su mayoría, carecen de documentos de identidad como pasaportes o recursos para adquirir pasajes aéreos o terrestres.
Eleazar Hernández, de 23 años, es uno de los caminantes que se arriesgó a cruzar por la frontera junto a su esposa de 7 meses de embarazo. Intentan llegar a la ciudad colombiana de Medellín, mientras pasan las noches a bajas temperaturas en la orilla de las carreteras, publica Local10.com
La pareja se quedó sin el poco dinero que llevaban para el transporte cuando llegaron a Pamplona, un pequeño pueblo de montaña a más de 482 kilómetros (300 millas) de su destino final. Al no poder comprar un boleto de autobús, Hernández puso sus esperanzas en tomar un paseo en la parte trasera de un camión. Era la forma más segura de cruzar el Páramo de Berlín, una meseta helada ubicada a 13.000 pies (4.000 metros).
“Mi esposa apenas puede caminar”, dijo Hernández, que había pasado cuatro días durmiendo en las aceras de Pamplona. “Necesitamos transporte para salir de aquí”.
Después de meses de bloqueos de COVID-19 que detuvieron uno de los movimientos migratorios más grandes del mundo en los últimos años, los venezolanos están huyendo una vez más de la crisis económica y humanitaria de su nación.
Las estimaciones de los funcionarios de inmigración colombianos cifran los 200.000 venezolanos en los próximos meses, atraídos por las perspectivas de ganar salarios más altos y enviar dinero a Venezuela para alimentar a sus familias.
El director de la oficina de Migración Colombia, Juan Francisco Espinoza, indicó este viernes, 9 de octubre, que la cifra de venezolanos en el país vecino podría ascender a 2 millones de coterráneos cuando reabran las fronteras actualmente cerradas por la pandemia del coronavirus.
Espinoza precisó que ya van dos meses desde que fueron cerradas las fronteras colombo-venezolanas, pero que se evalúa la reapertura para el próximo 1 de noviembre. También ofreció datos demográficos sobre los migrantes venezolanos en Colombia.
“Al 30 de julio, la cifra consolidada de venezolanos en Colombia es de 1 millón 731 mil. 765 mil de ellos en condición regular, cifra que corresponde al 44%”, informó. Precisó que el 28% son hombres y mujeres entre los 28 y 39 años de edad, y el 12% niños, niñas y adolescentes.
“A nosotros, los colombianos, nos corresponde tenderle la mano al migrante, y esto significa apostarle a la regularidad. La migración es una oportunidad si se hace de manera organizada. Ahí nuestra tarea es facilitar”, advirtió.
Antes de la pandemia, más de 5 millones de venezolanos habían abandonado su país, según Naciones Unidas. Los más pobres se marcharon a pie, caminando por un terreno que a menudo es abrasador pero que también puede llegar a hacer un frío glacial.
A medida que los gobiernos de América del Sur cerraron sus economías con la esperanza de detener la propagación del COVID-19, muchos migrantes se encontraron sin trabajo. Más de 100.000 venezolanos regresaron a su país, donde al menos tendrían un techo donde vivir.