El dólar paralelo -que rige la compra y venta del país- registró un alza este miércoles 23 de septiembre y se ubicó en 402.881 bolívares, mientras que la tasa del Banco Central de Venezuela quedó en 392.128,50, cifras que oficialmente posicionan el salario y la pensión venezolana como los más bajos del mundo: 0,99 centavos de dólar.
El salario básico y las pensiones por vejez se ubican en 400,00 bolívares desde el pasado mes de abril, lo que significa que oficialmente caen por primera vez en la historia a menos de un dólar mensual.
El dólar paralelo en el país suramericano rige prácticamente toda la economía. Los precios de los alimentos, productos, bienes y servicios son calculados en base a este marcador, mientras la tasa oficial solo está reservada para las operaciones estatales.
En lo que va de 2020 el tipo de cambio paralelo ha aumentado 588% motivado, fundamentalmente, a la impresión de dinero sin respaldo por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) para financiar el pago de bonos entregados por Nicolás Maduro a quienes están registrados en los distintos programas gubernamentales. A inicios de año un dólar costaba 58.518 bolívares.
Una muestra de la hiperinflación que vive Venezuela se puede cotejar facilmente con esta comparativa: con lo que cuesta un dólar hoy, en enero de 2020 se compraban casi siete dólares.
Entre enero y agosto de 2020 la inflación registró una tasa acumulada de 1.079,67% , según cufas de la Asamblea Nacional (AN).
El gobierno en disputa de Nicolás Maduro alardea de los casi 5 millones de pensionados que han registrado durante más de 20 años de gestión, donde el poder adquisitivo se ha desvanecido.
Para acceder a las pensiones que otorga el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) las mujeres deben tener 55 años, mientras que los hombres 60 años, así como haber acumulado 750 cotizaciones semanales a la seguridad social.
Pero a través de la 'Gran Misión Amor Mayor', creada por Hugo Chávez, el único requisito es cumplir la edad requerida, sin necesidad de haber cotizado, así, quienes hayan laborado por años en trabajos informales también obtienen este beneficio.
La crisis venezolana sigue empobreciendo a los más de 6 millones de nacionales que devengan sueldo mínimo. El poder adquisitivo es casi nulo, mientras la inflación galopante sigue generando estragos.