La Defensa Civil de Cuba decretó la fase de Alarma Ciclónica para las provincias de Artemisa, Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud a partir de las 6:00 p.m. por la cercanía del huracán Delta.
El Instituto de Meteorología aseguró en un comunicado que Delta se ha intensificado en el transcurso de este 6 de octubre, con vientos máximos sostenidos de 230 km/h, con rachas superiores, por lo que continúa siendo un intenso huracán categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
“Se prohíbe movimiento de personas, medios de transporte y actividades que pongan en riesgo la vida de las personas”, indica el organismo en Twitter.
A las seis de la tarde el centro del huracán se estimó a unos 330 kilómetros al este-sudeste de Cozumel, México y a igual distancia al sur-sudeste del Cabo San Antonio, Pinar del Río. Este sistema continúa moviéndose al oeste-noroeste y ha incrementado su velocidad de traslación a 28 kilómetros por hora.
Los nublados y las precipitaciones que acompañan al fenómeno abarcan gran parte de la región occidental de Cuba, con numerosas lluvias, chubascos y tormentas eléctricas, que pueden ser fuertes e intensas en algunas localidades, principalmente en la Isla de la Juventud, Pinar del Río y Artemisa.
Los acumulados más significativos hasta el momento se reportan en la Isla de la Juventud; entre las dos y las cinco de la tarde cayeron 65 milímetros en la estación meteorológica de Nueva Gerona, y en las últimas seis horas se registraron 54 milímetros en La Fe y 50 milímetros en Punta del Este, calificando todos como localmente intensos.
De igual modo, se prevé que, desde la tarde de este martes, la fuerza de los vientos aumente en la Isla de la Juventud y el extremo occidental de Pinar del Río, con velocidades entre 40 y 55 km/h y rachas superiores, que gradualmente se extenderán a la costa sur de Pinar del Río y Artemisa.
Residentes en la zona no están preparados para Delta
Informes obtenidos hoy por medios independientes aseguran que los residentes en esos tres territorios del occidente cubano no están preparados para recibir un fenómeno atmosférico de esta envergadura.
Cubanos entrevistados por Radio Televisión Martí dijeron que a la preocupación por la falta de provisiones se suma la de las posibles afectaciones en las producciones agrícolas y el sector tabacalero, ambos muy dañados por eventos meteorológicos anteriores, y sin el debido apoyo de las instituciones gubernamentales.
En Artemisa, aún quedan daños visibles producidos por la tormenta Laura el pasado 24 de agosto, recordó el activista Gerardo Páez Díaz. Martha Pérez, miembro del Partido Autónomo Pinero, comentó que en Nueva Gerona las autoridades no son capaces de abastecer los mercados, pero tampoco permiten a los campesinos del interior que lo realicen ellos.
La prensa oficial asegura que han sido resguardadas más de 30 000 toneladas de tabaco que permanecen en diferentes depósitos y pudieran ser vulnerables a las lluvias o las inundaciones y que se adoptaron medidas para evitar que se dañen los 241 túneles de posturas tabacaleras que existen en Vueltabajo.
Las autoridades locales aseguran que "cubrieron con mantas" 19 000 toneladas de alimentos ubicadas en almacenes mayoristas.
Esteban Ajete Abascal vive en San Diego de los Baños en Pinar del Río, donde desde hace días la lluvia ha causado serias afectaciones en los llamados cultivos de ciclo corto, que comenzaron su siembra en septiembre.
“No hemos podido recuperarnos del fenómeno anterior en el verano, de aquel impacto y ahora vamos a sufrir otro, y los sembrados de ciclo corto, ya llevamos varios días de lluvia y muchos de estos productos se han echado a perder”, apuntó el campesino.
Desde San Juan y Martínez, la trabajadora del sector tabacalero Aimé Ascuy Espinosa, concluyó que hay campesinos que están atrasados con la entrega del tabaco, por las afectaciones de la tormenta Laura en agosto pasado y de nuevo enfrentarán esta situación, sin apoyo de la agricultura, ni otras instancias del gobierno.
“Con esta tormenta será crítico igual, porque por parte del gobierno tampoco han tenido atención con respecto a los campesinos, para ofrecer recursos y evitar las posibles afectaciones en las casas de secado y también en las viviendas de los agricultores”, dijo Ascuy.
Rolando Casares, residente en El Ranchito, al oeste de la ciudad de Pinar del Río, vaticinó que "van a pasarlo caótico”.
Precisó que no hay nada a la venta en los mercados para que la población pueda adquirir provisiones y tampoco las casas de muchos vecinos pueden resistir el paso de un meteoro por la región.
Como su casa no es segura determinó trasladar a sus hijos pequeños para San Juan y Martínez donde vive la familia y tienen mejores condiciones, concluyó.