Apenas dos semanas han pasado desde que Laurentino Cortizo, el presidente de la nación parteaguas del continente, admitiera que su gobierno estaba “tratando de llegar a un acuerdo” con el régimen de la Isla sobre la contratación de los cubanos para enfrentar la COVID-19, indicaron varios medios.
“En estos momentos esa decisión se ha dejado de lado”, señaló Sucre el pasado lunes en referencia a la posibilidad de traer personal sanitario de La Habana.
En estos momentos Panamá busca “reorganizar” el sector de la salud para “armar nuevas estrategias”, de modo que se pueda reforzar la atención de los casos en el país.
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De acuerdo AFP, las autoridades de esta nación centroamericana habrían frenado la negociación con el régimen de la Isla como resultado de las presiones del gremio médico, que estaría atento y preocupado ante el anuncio hecho hace dos semanas por el presidente del país itsmeño.
La ley panameña restringe el ejercicio de la medicina y la enfermería a los foráneos, y eso lo recordaron organizaciones locales en estos días.
Asimismo el gobierno de Estados Unidos llamó a no contratar médicos cubanos para no favorecer lo que considera un claro ejemplo de esclavitud moderna. Un médico cubano ahora impedido por el régimen de entrar a su tierra natal, relató la amarga experiencia con efectivos de la Seguridad del Estado una vez que volvía de misión.
Estas demandas pudieron ser parte de la agenda de una visita realizada a Panamá por el consejero de seguridad nacional del presidente Donald Trump junto al c ubanocamericano Mauricio Claver-Carone, quien es director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental.
“Obviamente no van a decir que vinieron a eso, pero seguro que tocaron ese tema. Mauricio Claver-Carone tiene una postura muy dura hacia Cuba” y “este gobierno ha sido muy complaciente” con Washington, declaró a la agencia francesa un ex diplomático panameño bajo condición de anonimato, citado luego por medios de prensa como Cubanet.
El acumulado de 88 381 contagios y 1 919 muertes por coronavirus ubican a Panamá como el país de Centroamérica más golpeado por la pandemia.