Este viernes Bobby L. Rush, miembro demócrata por Illinois de la Cámara de Representante, se vio obligado a desistir de su propósito de empujar las relaciones de Estados Unidos y Cuba hacia una situación de normalidad, en la que el único beneficiado resultaría ser el gobierno de La Habana
Rush retiró dos enmiendas cuyo único propósito era darle ventajas comerciales al gobierno de la isla, sin exigir nada a cambio, en lo que sin duda representaba un seguimiento de la política establecida por la administración de Barack Obama, que hizo muchas concesiones económicas sin lograr absolutamente nada a cambio, provocando una mayor represión a los opositores cubanos que buscan un cambio político.
Las enmiendas de Rush intentaban eliminar el embargo comercial, las restricciones a los servicios financieros y las limitaciones a los viajes.
Rus hizo la declaración a través de su página web, en la que escribió:
“Normalizar las relaciones de Estados Unidos con Cuba ha sido, y seguirá siendo, una de las principales prioridades mientras sea miembro del Congreso. En repetidas ocasiones he introducido legislaciones para levantar las restricciones comerciales a Cuba y aliviar el daño económico que sufren sus ciudadanos como resultado de años de política desastrosa. Esa es exactamente la razón por la que presenté estas enmiendas relacionadas con Cuba al paquete de asignaciones de la cámara. Trataba de abordar estos problemas y mejorar nuestra relación con nuestro vecino más cercano”.
Rush explicó su decisión de esta manera: "… luego de considerarlo y conversar con mis colegas del Congreso, he determinado que es poco probable que estas enmiendas sean adoptadas por el Senado o firmadas por el presidente. Creo que es mejor retirar estas enmiendas de la consideración en este momento, ya que buscamos ampliar nuestra coalición de apoyo en torno a este tema”.
Durante su declaración, Rush, como anteriores ocasiones, ratificó “Mi compromiso de fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Cuba (…) estoy orgulloso de saber que, al presentar estas enmiendas, hemos revitalizado las discusiones sobre el mejor camino a seguir entre nuestras dos naciones”.
Rush, fiel a su pasado ideológico, que lo llevó a ser cofundador del capítulo de Chicago de la organización terrorista doméstica “Las Panteras Negras”, y que defendía la filosofía de “abogamos por la violencia ofensiva contra la estructura de poder”, ha dicho, abiertamente, que Estados Unidos no debería presionar a Cuba sobre la democracia. “Son una nación soberana, ¿de acuerdo? Y su soberanía no debe basarse en que otra nación les diga cómo deben conducir los asuntos internos de su país”, dijo textualmente tras reunirse con Fidel Castro.
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Rush ha sido durante mucho tiempo un aliado de la dictadura comunista cubana, y se unió a la delegación que viajó a La Habana con el presidente Barack Obama. Con anterioridad fue parte de una sonada visita a la isla, en abril de 2009, junto a miembros del Caucus negro y el Caucus asiático del congreso, durante la cual se reunió con Fidel Castro. Un encuentro al que llamó “histórica reunión con el expresidente cubano”.
Rush dijo de Fidel Castro que "Era casi como escuchar a un viejo amigo (…) En mi casa, le dije a Castro, que él es conocido como el último sobreviviente".
A Rush, un afroamericano, nunca le ha interesado la situación de los derechos humanos en la isla, y mucho menos la situación de la comunidad negra cubana, la más marginada por la situación económica y la que menos acceso tiene al envío de remesas, que es una de las principales fuentes del sostén económico del gobierno.
El propio legislador definió su relación con la dictadura cubana de esta manera: “Mi apoyo a una relación comercial expandida con Cuba se remonta a varios años. En particular, el voto que emití en apoyo de la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Mejora de las Exportaciones, un proyecto de ley promulgado por el presidente Clinton en octubre de 2000, que levantó las sanciones a las ventas de productos agrícolas y medicamentos. Si bien nuestro partido sufrió una pérdida épica de la Casa Blanca solo unas pocas semanas después”.