El paso de la tormenta tropical Isaías por Puerto Rico este jueves dejó una persona desaparecida, 300 000 abonados sin luz y varias carreteras cortadas, así como amplias zonas de la capital y el sur de la isla anegadas.
Las autoridades reportaron que una mujer desapareció luego de que su automóvil fuera arrastrado por una crecida en la localidad de Rincón (oeste).
Por eso, la gobernadora Wanda Vázquez pidió a la ciudadanía prudencia ya que la tormenta todavía puede generar lluvias que pongan en peligro la vida. "Hay que proteger la vida y quedarse en lugares seguros", dijo Vázquez en una conferencia de prensa, tras informar de que hay un total de 58 personas que han buscado techo en 33 de los 65 refugios abiertos para atender la emergencia.
La tormenta tropical ocasionó también deslizamientos de tierras, inundaciones por desbordamiento de ríos y dejó algunas carreteras, la mayor parte en el interior del territorio, cortadas por la caída de tendido eléctrico y vegetación.
Ante la situación, el presidente Donald Trump declaró desde el miércoles el estado de emergencia en la isla, que es territorio y Estado Libre Asociado de EE.UU. y que ya había sido devastada en 2017 por el huracán María.
El director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz, señaló por su parte que entre 300.000 y 400.000 abonados de la compañía estatal perdieron el servicio.
La mayoría se encuentran sin luz desde la madrugada, en pleno paso de la tormenta, en su mayor parte por daños en la infraestructura eléctrica por los vientos con ráfagas de hasta 90,12 kilómetros por hora.
Ortiz explicó que la zona más afectada fue el este de la isla, además de los municipios de San Juan, Caguas y Ponce.
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La directora de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Doriel Pagán, informó de que varias plantas de filtros no están funcionando debido a que parte de las tomas de agua que suplen a la población llegan de ríos y que debido a la tormenta tropical quedaron obstruidas.
En total unos 150.000 abonados de la AEE sufren intermitencia en el suministro de agua en Puerto Rico.
La tormenta no afectó a los hospitales y el aeropuerto de San Juan, que, en líneas generales, funciona con normalidad, aunque fueron cancelados algunos vuelos.
Además, la AAA, encargada del suministro de agua, decidió abrir las compuertas de la presa de Carraízo (norte), que apenas hace unas semanas estaba en muy bajo nivel de reservas y que había llevado a un racionamiento de agua para alrededor de 140.000 clientes.
La isla se encuentra en estado de emergencia por la sequía desde hace varias semanas y se espera que sea levantada tras el paso de la tormenta.