El primer ministro de Australia, Scott Morrison, precisó este viernes que su país había sido blanco de un ciberataque masivo de una nación extranjera, que fue tras los sistemas informáticos del gobierno, administraciones y empresas.
“Actualmente, hay organizaciones australianas que están siendo blanco de un actor estatal sofisticado”, declaró Scott Morrison en medio de una rueda de prensa en Canberra, capital australiana.
Scott aclaró que el ataque afectó a “organizaciones australianas de toda una gama de sectores, a todos los niveles del gobierno, de la economía, de organizaciones políticas, de los servicios de salud y de otros operadores de infraestructuras estratégicas”.
El funcionario añadió que los expertos cibernéticos de su gobierno aseguraron que el ataque proviene de un “actor estatal”, o sea de un estado, no de una persona en particular, debido a “la escala y la naturaleza del objetivo y el oficio utilizado”. No obstante, el ministro no aseguró a qué país se refería, aunque China está bajo sospecha.
Se sabe que China, Irán, Israel, Corea del Norte, Rusia, Estados Unidos y varios países europeos han desarrollado muchas fortalezas para una guerra cibernética, pero dada las condiciones actuales, dada las tensiones entre ambos países, China se lleva todas las papeletas para el ataque.
China, recientemente ha impuesto sanciones comerciales a los productos australianos en medio de una creciente disputa por la influencia en la región de Asia y Oceanía, mientras el gobierno australiano enfureció tras la epidemia de COVID y solicitó se investigara el origen de la pandemia y a la responsabilidad china.
Pese a la magnitud del ataque, el primer ministro australiano agregó que no obstante muchos de los ataques recibidos no tuvieron el éxito que el atacante deseaba.