Este miércoles, medios oficialistas cubanos aseguraron que en el caso de Paloma Domínguez, la niña de un año fallecida, "las vacunas no son el problema".
Este hecho lamentable, ocurrió hace ya más de una semana en el policlínico Neninger, de Alamar por a causa de unas presuntas vacunas en mal estado .
Según una nota de Cubadebate, la vacuna PRS (contra la parotiditis, la rubéola y el sarampión), es importada, como ya sabíamos.
El doctor Francisco Alberto Durán García, director nacional de Epidemiología, explicó que hace más de cinco años se le compra a la productora Serum Institute, de la India. "Está certificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y avalada por nuestro Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED)”.
Por su parte, el doctor Roberto Álvarez Fumero, que estuvo presente cuando todo sucedió, se refirió a la comisión investigadora. “La comisión aún investiga con profundidad. En estos momentos realiza exámenes de mucho rigor para llegar a una conclusión certera”.
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“La reacción adversa es solo una parte del evento. El evento va más allá, es todo lo que sucede asociado al momento en que usted vacunó. Está circunscrito a un policlínico, a un vacunatorio específico, que no es del lote, sino de las dosis que se aplicaron allí. Es una cuestión puntual que se está investigando para determinar la real causa”, dijo el director general del CECMED, Rafael Pérez Cristiá.
Yaima Caballero, madre de la menor fallecida, realizó varias publicaciones a través de Instagram sobre lo acontecido.
"“A la izquierda está como la llevé cuando la fui a vacunar y a la derecha como me la devolvieron y la vacuna era según ellos contra todas las enfermedades...... me la mataron y tengo que conformarme con eso?????????”, escribió en su denuncia, que acompañó de dos fotografías de la pequeña.
Hay, según el MINSAP, otros cuatro niños que se mantienen ingresados: una con atención intensiva, la cual se encuentra estable y los otros evolucionan favorablemente.