La siempre hermosa Angelina Jolie llega hoy a sus 45 años, y lo hace rodeada de demandas por la tenencia de sus hijos y conflictos laborales.
Angelina Jolie hace cuatro años decidió poner punto y final a su matrimonio con el actor Brad Pitt y no solo se divorció de uno de los actores más admirados de Hollywood, también del público que durante toda su historia los había bautizado como “Brangelina”.
Y definitivamente los acontecimientos no han ido a bien, mientras Jolie ha presumido de sus seis hijos siempre que ha podido, desfilando por las alfombras rojas de medio mundo, Pitt ha declarado muy poco sobre sus hijos, solo en los Oscar donde dijo que eran “la razón de su vida”.
Tras llegar por fin a un acuerdo sobre la custodia de sus hijos, mantiene una regular relación con ellos, a excepción de los dos mayores.
Angelina Jolie, pese a ser una excelente actriz y tener una belleza incomparable nunca ha terminado de encajar en el Hollywood serio.
Ahora se presenta como una mujer obsesionada por la vida sana, pero en su juventud admitió haber tomado todo tipo de drogas, desde la heroína al éxtasis.
También mantuvo una relación sentimental con la modelo Jenny Shimizu y antes de cumplir 30 años ya se había casado dos veces: con el británico Jonny Lee Miller, a quien conoció en el rodaje de Hackers; y con Billy Bob Thornton. Luego llegó a su vida Brad Pitt cuando este todavía estaba con Jennifer Aniston. Todo un novelón.
Pero el desamor llegó también. Desde su tercer divorcio no se le conoce pareja y casi no se deja ver en público salvo en algún estreno o tarea solidaria. Trabaja con ACNUR, que la nombró enviada especial en 2012, tras ser durante 11 años embajadora de buena voluntad.
Sus progenitores, cuenta, marcaron su vida. Con su padre Jon Voight, ganador de un Oscar por “El regreso”, ha mantenido una relación de ida y vuelta, con peleas y negativas. Pero por su madre, Marcheline Bertrand, siempre sintió admiración, aunque falleció en el año 2007 como consecuencia de un cáncer de ovarios.
Esta enfermedad llevó a Jolie a tomar la decisión de pasar por el quirófano para evitar la posible aparición de esta dolencia. Descubrió que era portadora del gen BRCA1, que aumentaba sus posibilidades de padecer cáncer, por eso primero se sometió a una doble mastectomía, en 2013, y dos años más tarde le fueron extirpados los ovarios y las trompas de Falopio.
Por ese hecho se convirtió en bandera de todas las mujeres que luchan contra el cáncer en el mundo, y por ser otra sobreviviente, es que ojalá cumpla 45 años más, siempre bella y luchando.