Ex preso político denuncia abusos sexuales en prisión
Morales explicó que ese tipo de vejaciones son prácticas comunes dentro del sistema penitenciario cubano
Actualizado: August 24, 2023 6:34pm
El exprisionero político cubano Julio César Morales González sufrió abusos sexuales y violación durante su estancia en la cárcel, tras ser condenado en 1993 por supuesto sabotaje.
En entrevista con el medio independiente CubaNet, Morales explicó que ese tipo de vejaciones son prácticas comunes dentro del sistema penitenciario cubano.
"Yo tuve que enfrentar todo tipo de situaciones allí", afirmó el opositor, quien inicialmente cumplió una condena de 6 años por dañar una piedra del cine de su localidad en Holguín. Posteriormente fue castigado con otros 6 años en prisión por ayudar a otro recluso y realizar grafitis en protesta.
Tras pasar por múltiples cárceles, incluyendo el temido régimen especial de máxima seguridad, Morales asegura que fue cambiado "como una bestia" de prisión en prisión, siendo ultrajado sexualmente en el traslado.
El activista responsabilizó a todo el sistema carcelario de Cuba por permitir estos abusos contra presos políticos y comunes. "Llegué a presenciar hombres que se quedaron ciegos y se autocastraban por la desesperación", relató.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han documentado la persistencia de torturas, palizas, desatención médica y otros tratos crueles e inhumanos en las cárceles cubanas. Los reclusos políticos son frecuentemente castigados y aislados por denunciar estas condiciones.
Recientemente, en conversación con Radio Televisión Martí, presos de las prisiones de Camagüey también expusieron las pésimas condiciones y abusos que sufren bajo el mando del Teniente Coronel Eider Sierra Ochoa.
Entre las denuncias destacan el consumo obligatorio de alimentos podridos que ha provocado un brote diarreico, la falta de medicinas y la prohibición de realizar llamadas para los presos políticos que exponen la situación.
A inicio de diciembre, los prisioneros políticos Fernando Vázquez Guerra y Virgilio Mantilla Arango declararon que en Kilo 7 se hacían torturas como la "crucifixión" y el "potro" por el simple hecho de exigir sus derechos.