Un cubano triunfa revolucionando la técnica de boxeo en Uruguay

Los que entienden de boxeo coinciden en que el profesor cubano revolucionó la técnica de este deporte en Uruguay
Sergio Álvarez:Foto/Facebook
 

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Como muchos de los cubanos que emigran, Sergio Álvarez llegó a Uruguay a hacer "lo que fuera" para salir adelante. Este boxeador cubano comentó al medio Referi que entre sus aspiraciones se encuentra reclamar a sus dos hijos y sacarlos de Cuba, su país natal del cual tuvo que salir buscando refugio. 

El deportista y entrenador señaló que luego de repartir varias hojas de vida y meses sin trabajo, el club L´avenir le dio la oportunidad de hacer lo que sabe. Llegó al centro de entrenamiento gracias a un amigo cubano que se iba a Brasil.

"Es un club centenario, con una muy buena estructura y organización. Se trabaja con comodidad y podés desarrollarte como profesor. Es un ambiente muy acogedor. Tengo mucho apoyo de la directiva y me siento cómodo. Me han dado mucho apoyo, condiciones de trabajo muy buenas, excelente infraestructura. No sentí diferencia ni discriminación, al contrario. Acá se hace boxeo social, no con el objetivo de pelear”, dijo.

En el referido club imparte clases de boxeo y atiende el gimnasio de musculación y diseña rutinas para los socios. Dada la calidad de los servicios las mujeres poco a poco se animan a sumarse.

“Están impactados con las clases porque venimos de un boxeo distinto al que se aprende acá. El boxeo cubano comienza con un calentamiento, mucho trabajo sobre técnica y por último la gimnasia. En Uruguay es al revés. Comienzan con la gimnasia y después van a la parte técnica”, acotó.

Y agregó: “Acá hacemos lubricación y un calentamiento. Después calentamiento específico de boxeo, luego lo que llamamos escuela de boxeo, en donde trabajan a distancia, escuela de combate, en la que ya hay contacto, y por último hacemos guanteo”.

Sobre las intenciones que llevaron a Álvarez hasta Uruguay se encuentra la esperanza de encontrar un futuro mejor, ese que confiesa no haber alcanzado aún.

“Vine para tratar de tener un mejor futuro porque los salarios en Cuba son muy bajos. Por eso es que muchos cubanos emigramos. Se van cerebros de mucho potencial hacia el exterior”, aseguró. 

Aún extraña su país natal. 

“Se extraña todo. El clima es una de esas cosas. La ‘cubanía’, porque allá somos muy solidarios, muy sociables, compartimos mucho. Donde hay un cubano, siempre hay una sonrisa. Es muy difícil vivir lejos. Tenemos que sacar la estirpe de la ‘cubanía’, de coraje y echar pa’lante y guapear”.

Según informa el medio, quienes entienden de boxeo coinciden en que el profesor cubano revolucionó la técnica de este deporte en Uruguay. Pero aún no encuentre un buen nivel de estabilidad económica.

"En Uruguay no encontré lo que vine a buscar. Para poder decirlo, tengo que estar bien en lo económico y en mi estándar de vida, establecerme. Este es un país caro. Aún vivo en una pensión y me cocino, no me siento establecido”, aseguró.

Comenzó como trabajador en un restorán con un horario era de 9 a 16, y cuando salía comenzaba a dar clases de boxeo en los parques. De a poco se iba acercando gente y le pagaban por hora. Así se ganaba vida.

Respecto al boxeo destacó que realizó un seminario en Melo de judo-kick box y otro en el propio L’Avenir.

“Estamos en proceso de aplicarlo pronto en Uruguay”, explicó. 

En estos dos años viajó una vez a Cuba. Su madre no estaba bien de salud y volvió nuevamente a Uruguay con el corazón dividido. Siempre está bueno volver a la patria. Siempre es duro tener que irse.

Álvarez pudo crear un grupo de boxeo para introducción en el deporte a nivel profesional. Esto lo hizo con la ayuda del boxeador cubano que residía por entonces en Montevideo: Yasiel García Leal, de peso crucero quien peleó con un brasileño y lo noqueó en 47 segundos en su debut como profesional, pero decidió volver a vivir en Cuba.

Según Referi, Sergio Álvarez  de a poco se empieza a transformar en un referente. Siente la calidez del uruguayo y está feliz por ello. Aún le falta establecerse económicamente y poder traer a la familia a Montevideo, un sueño que se ha convertido es su objetivo.

 

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